ESPAÑA.- Un video viral ha acaparado la atención en redes sociales, protagonizado por una influencer que puso en marcha la dinámica “Dibuja lo que quieras y te lo compro”, pero nunca imaginó el giro que esta historia tomaría.

Una petición inesperada

En el video, la joven aborda a un niño que paseaba de la mano de su tía y le propone el reto: “Lo que me dibujes en 3 segundos, te lo voy a comprar”. El pequeño, sorprendido, confirma si realmente es cierto, y con entusiasmo toma una pequeña pizarra. En cuestión de segundos, dibuja algo que, aunque simple, transmite un gran mensaje: un coche.

Al terminar, la influencer le pregunta: “¿Qué es esto?”. A lo que el niño responde sin dudar: “Un coche”.

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Mapache le roba un taco a una mujer la cual estaba comiendo en un restaurante

Al imaginar que se refería a uno de juguete, la influencer intenta confirmar, pero el niño aclara: “Uno de verdad para mi tía, porque lo necesita para llevarnos al colegio y para ir al trabajo”.

La tía del pequeño explica que, efectivamente, su coche se había estropeado y que sin él las distancias eran un desafío. Este gesto, lleno de ternura y consideración, conmovió tanto a la influencer como a los espectadores del video.

Sin embargo, lo que prometía ser un desenlace conmovedor dio un giro inesperado. La influencer, aparentemente no preparada para una solicitud tan costosa, le entrega un coche de juguete al niño, quien no puede ocultar su desilusión. “Pero es que yo quería uno de verdad para mi tía”, recalca con insistencia.

Tras la viralidad de su video, decidió comprarles un coche real

La reacción del niño y la historia detrás de su dibujo provocaron una oleada de comentarios en redes, muchos de ellos criticando la falta de preparación de la influencer para afrontar este tipo de retos.

Sin embargo, tras la avalancha de reacciones, la influencer decidió sorprender al niño y a su tía tiempo después, comprándoles un coche real, lo que terminó por darle un cierre emotivo a esta historia que continúa generando conversación.

Una vez más, las redes sociales nos muestran cómo un acto sencillo puede desatar una ola de emociones y reflexiones sobre la solidaridad y el impacto de nuestras acciones.