¿Por qué lloramos al cortar cebollas? La ciencia detrás de esta experiencia culinaria
La razón de las lágrimas al cortar cebollas no es fortuita; es un mecanismo de defensa que estas plantas han desarrollado a lo largo de su evolución.
MÉXICO.-Cortar cebollas es una experiencia tan común como inevitable, ya sea que te encuentres en la cocina de un restaurante de lujo o simplemente preparando la cena en casa.
A todos nos ha pasado: una simple tarea culinaria termina en ojos llorosos y una picazón incómoda. Pero, ¿qué hay detrás de este fenómeno? Un artículo de National Geographic nos ayuda a comprender por qué las cebollas tienen el poder de hacernos llorar.
Un mecanismo químico de defensa
La razón de las lágrimas al cortar cebollas no es fortuita; es un mecanismo de defensa que estas plantas han desarrollado a lo largo de su evolución. Cuando cortas una cebolla, rompes sus células, lo que provoca la liberación de compuestos de azufre.
Aquí es donde entra en acción una enzima conocida como alinasa. Esta convierte los precursores de azufre en ácido sulfénico, un compuesto que rápidamente se transforma en un gas conocido como factor lacrimógeno. Este gas irritante entra en contacto con la córnea de tus ojos, activando una respuesta defensiva: tus glándulas lagrimales producen lágrimas para diluir y eliminar el irritante.
Las cebollas y su arsenal químico
Las cebollas no están solas en esta batalla química. Pertenecen a la familia de las plantas aliáceas, que incluye al ajo y los puerros, conocidas por producir sustancias que alejan a sus depredadores naturales. Sin embargo, no todas las cebollas son iguales en este aspecto.
- Cebollas dulces: Poseen menos compuestos de azufre, por lo que son menos irritantes.
- Cebollas amarillas y rojas: Son más ricas en estos compuestos, lo que explica su sabor más picante y su capacidad para provocar más lágrimas.
¿Cómo evitar las lágrimas?
Aunque no hay forma de escapar por completo de este fenómeno, algunos trucos pueden minimizar el impacto:
- Enfría la cebolla: Refrigérala antes de cortarla; el frío ralentiza la reacción química.
- Usa un cuchillo afilado: Esto reduce la cantidad de células rotas y, por ende, la liberación de compuestos.
- Corta bajo agua corriente o cerca de un ventilador: Estas técnicas ayudan a disipar el gas lacrimógeno antes de que alcance tus ojos.
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