¿Es el caldo de huesos realmente tan beneficioso como se afirma?

El caldo de huesos ha ganado popularidad como un “milagro líquido” en redes sociales y dietas como la paleo y la keto, pero ¿es realmente tan beneficioso como se dice? Este caldo, preparado al hervir huesos de res, cerdo, pollo o pavo por 12 a 24 horas, promete aliviar el dolor articular, mejorar la salud intestinal y promover una piel más joven. Sin embargo, los expertos tienen opiniones variadas sobre estos supuestos beneficios.

El valor nutricional del caldo de huesos

El caldo de huesos es rico en colágeno, proteínas y micronutrientes como calcio, magnesio, hierro y vitaminas A y B. Según la dietista Julia Zumpano, estos nutrientes son esenciales para la salud muscular, ósea y del sistema inmunológico. El colágeno, por ejemplo, fortalece la piel, los músculos y las articulaciones, mientras que los minerales ayudan con funciones nerviosas y musculares.

Sin embargo, Abbie Gellman, chef y dietista registrada, enfatiza que los beneficios del colágeno en el caldo podrían ser limitados. Estudios como uno publicado en el International Journal of Sport Nutrition and Exercise Metabolism han encontrado que las concentraciones de colágeno en el caldo de huesos no son suficientes para estimular la producción de colágeno en el cuerpo.

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Beneficios potenciales respaldados por la ciencia

Algunos estudios en animales han demostrado que el caldo de huesos tiene propiedades antiinflamatorias, lo que podría beneficiar a quienes padecen colitis ulcerativa o inflamación intestinal. Además, investigaciones recientes publicadas en el Journal of Food Science sugieren que compuestos como el sulfato de condroitina en el caldo pueden ralentizar la progresión de la osteoporosis.

También se han asociado otros beneficios, como el alivio de molestias estomacales, la mejora de la elasticidad en las articulaciones gracias al colágeno. Sin embargo, la evidencia sigue siendo limitada y no concluyente.

Cómo preparar o elegir el mejor caldo de huesos

Hacer caldo de huesos en casa es sencillo, pero requiere tiempo. Es importante cocinarlo durante varias horas para extraer la mayor cantidad de colágeno y nutrientes. “Debe ser gelatinoso al enfriarse, de lo contrario, es solo caldo”, explica Gellman.

Si prefieres comprarlo, busca marcas confiables y verifica que hayan cocido los huesos por al menos seis horas. También ten en cuenta el contenido de sodio, especialmente si necesitas controlar tu presión arterial.

Más allá de los posibles beneficios para la salud, el caldo de huesos tiene un impacto positivo en el medio ambiente al aprovechar partes de los animales que de otro modo serían desechadas. Según Kantha Shelke, científica de alimentos, este caldo es un ejemplo de cómo combinar bienestar personal con responsabilidad ambiental.

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Aunque el caldo de huesos no es el “milagro líquido” que muchos proclaman, es una opción nutritiva y versátil en la cocina. Lo mejor: es una de esas prácticas que no hace daño probar.

Con información de Natgeo.