Las 8 maneras en que el alcohol daña el cuerpo según los expertos

El consumo de alcohol es una práctica milenaria que forma parte de la cultura de muchas personas. Sin embargo, los avances científicos están revelando cada vez más los riesgos que incluso un consumo moderado puede acarrear para la salud. Aquí te explicamos ocho formas en las que el alcohol puede afectar tu cuerpo, respaldadas por expertos y estudios recientes.

1. Mayor impacto negativo en las mujeres

Las mujeres son más susceptibles a los efectos nocivos del alcohol. Desde un mayor riesgo de cáncer de mama (hasta un 9 % con solo una bebida diaria) hasta problemas relacionados con la fertilidad y la menopausia, el impacto es notable. Esto se debe a que las mujeres tienen más tejido adiposo, menos agua corporal y menos enzimas que metabolizan el alcohol, además de la influencia de las fluctuaciones hormonales.

2. La edad intensifica los efectos del alcohol

Conforme envejecemos, el cuerpo se vuelve menos eficiente metabolizando el alcohol. Menor agua corporal, enzimas reducidas y un cerebro más vulnerable agravan los riesgos, como problemas de coordinación y un mayor peligro de caídas. Si a los 30 años una copa parecía inofensiva, a los 80 el mismo consumo puede ser mucho más perjudicial.

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3. Cambios moleculares y resacas más severas

Estudios recientes indican que el cuerpo envejece en dos fases importantes: a los 44 y a los 60 años. Durante estas etapas, las células responsables de metabolizar el alcohol sufren cambios significativos, lo que puede explicar resacas más intensas y otros efectos adversos.

4. Beber antes de dormir altera el descanso

Aunque una copa puede parecer relajante antes de acostarse, lo cierto es que interfiere con el sueño REM, eleva la frecuencia cardiaca y puede incluso desencadenar apnea del sueño. Dormir bien es esencial para la salud cardiovascular, pero el alcohol impide que el cuerpo alcance ese estado de “vacaciones cardíacas” necesario.

5. Beber en un avión agrava los efectos del alcohol

El consumo de alcohol en vuelos de larga distancia puede empeorar la deshidratación, reducir los niveles de oxígeno en la sangre y aumentar la carga sobre el sistema cardiovascular. Esto representa un riesgo mayor para personas con problemas cardíacos o pulmonares, además de perjudicar la calidad del sueño en el aire.

6. Ansiedad después de beber

El alcohol afecta los neurotransmisores que regulan la ansiedad, lo que explica por qué muchas personas se despiertan sintiéndose nerviosas tras una noche de copas. Además, su subproducto tóxico, el acetaldehído, puede prolongar los síntomas de náuseas y malestar durante todo el día.

7. El cuerpo puede recuperarse en semanas

La buena noticia es que, al dejar de consumir alcohol, el cuerpo tiene una notable capacidad de regeneración, especialmente el hígado. Tres de las cuatro etapas de la enfermedad hepática alcohólica pueden revertirse simplemente eliminando el alcohol de la dieta.

8. Opciones para reducir el consumo

Hoy en día, las alternativas sin alcohol están en auge: cócteles sin alcohol, turismo sobrio y comunidades dedicadas a este estilo de vida son opciones cada vez más accesibles. Estas alternativas no solo son más saludables, sino que también promueven conexiones sociales significativas sin los efectos adversos del alcohol.

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Con estos datos, queda claro que incluso el consumo moderado de alcohol puede tener un impacto significativo en la salud. La OMS ya ha declarado que no existe una cantidad segura de alcohol para consumir. Así que, ya sea por prevención o para explorar nuevas experiencias, reducir su ingesta podría ser una decisión sabia y beneficiosa.

Con información de Natgeo.