Un salón de abrazos para personas solitarias es tan popular que hay lista de espera: Pero advierten sobre el sexo

CIUDAD DE MÉXICO.- Aleksandra Kasperek, una emprendedora polaca, ha revolucionado la manera en que las personas buscan alivio emocional al abrir un salón profesional de abrazos en su país. Bajo el nombre Ania Od Przytulania, el centro se ha convertido en un refugio para quienes necesitan contacto humano sin implicaciones sexuales, al punto de contar con una lista de espera debido a la alta demanda.

El centro comenzó sus operaciones hace dos años y desde entonces ha visto un notable aumento en la cantidad de clientes, especialmente personas de entre 40 y 60 años. Las sesiones tienen una duración de una hora y buscan no solo combatir la soledad, sino también aliviar preocupaciones y brindar una sensación de seguridad y bienestar.

“No esperaba que hubiera tanta gente interesada”, declaró Kasperek, quien se inspiró en la idea tras leer sobre un servicio similar en internet. La emprendedora asegura que el contacto físico adecuado puede transformar el estado de ánimo de las personas, haciéndoles sentir que la vida vuelve a ser bonita y segura.

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Hombre se sienta en un lago y, de pronto, un pulpo se queda junto a él con sus tentáculos abrazados a sus piernas

Un proceso controlado y personalizado

Antes de comenzar una sesión, Kasperek realiza un minucioso proceso de selección y preparación. Cada cliente es entrevistado para conocer su estado de salud y asegurarse de que no esté bajo el influjo de sustancias. Además, se les entregan reglas claras donde se establece que cualquier cruce de límites sexuales resulta en la cancelación inmediata del servicio.

Las sesiones inician con un abrazo de bienvenida en posición de “osito de peluche”, seguido por una experiencia personalizada según las necesidades emocionales del cliente. Los participantes también reciben una bata especial tras tomar una ducha y tienen acceso a una sala decorada con almohadas perfumadas, chimenea encendida y otros elementos que crean un ambiente cálido y acogedor.

“Los clientes no solo buscan abrazos, también desean ser escuchados y sentirse apreciados”, explicó Kasperek, quien también realiza sesiones de coaching profesional durante los encuentros.

Abrazos terapéuticos con respaldo científico

Si bien podría parecer una tendencia excéntrica, los abrazos terapéuticos tienen una base científica que respalda sus beneficios. Estudios han demostrado que el contacto físico ayuda a reducir el cortisol, la hormona del estrés, y a bajar la presión arterial, lo que contribuye al bienestar general.

La necesidad de este tipo de servicios se ha incrementado tras la pandemia de COVID-19, que dejó a muchas personas lidiando con la soledad. Además, Kasperek destaca que el centro ha sido un apoyo fundamental para personas que han experimentado traumas o violencia física, ayudándoles a reconectar con el contacto humano de manera positiva.

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“Gracias a la terapia de abrazos, muchos descubren que el tacto no solo está asociado al dolor, sino que también puede ser algo agradable y reconfortante”, concluye Kasperek, subrayando el poder de esta simple pero efectiva forma de terapia.