Esta es la razón por la que los cielos oscuros benefician la salud mental

México.- En una sociedad dominada por luces artificiales y un ritmo frenético, la oscuridad se está convirtiendo en un santuario para aquellos que buscan descanso, salud y conexión con lo trascendental.

Desde un camping en el norte de California, la experiencia de la oscuridad total no es solo ausencia de luz, sino un espacio tangible, casi con textura, que nos reconecta con el universo y con nosotros mismos, menciona una nota en el portal web de National Geographic.

La Vía Láctea, invisible para un tercio de la población mundial debido a la contaminación lumínica, es un recordatorio de los cielos oscuros que una vez todos disfrutamos.

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Ahora, lugares como el Valle de la Muerte en California o Tekapo Springs en Nueva Zelanda han surgido como destinos turísticos para quienes anhelan cielos despejados de luz artificial. Estos “santuarios de cielo oscuro” no solo son un espectáculo visual, sino también un refugio para la mente y el cuerpo.

La Oscuridad y la Salud Física

La contaminación lumínica no es solo un inconveniente estético; afecta directamente nuestra salud. Está vinculada a problemas como el insomnio, el cáncer de mama, accidentes cerebrovasculares y, más recientemente, la enfermedad de Alzheimer. Pero también se ha demostrado que la exposición a la oscuridad tiene beneficios profundos:

• La oscuridad estimula la glándula pineal para liberar melatonina, esencial para el sueño y la reparación celular.
• Mejora la maquinaria de reparación genética al eliminar los radicales libres y proteger contra el daño oxidativo.
• Un estudio de 2020 reveló que alinear los ritmos circadianos puede reducir la inflamación, la ansiedad y la depresión.

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La Ciencia del Asombro en la Oscuridad

La experiencia de asombro bajo un cielo estrellado no es solo un momento poético; tiene efectos biológicos medibles. Según Dacher Keltner, profesor de la Universidad de California en Berkeley, el asombro activa la liberación de oxitocina, disminuye la inflamación y calma el sistema nervioso.

Ruskin Hartley, director ejecutivo de Dark Sky International, subraya que la conexión emocional y espiritual que se siente bajo cielos oscuros puede ser un bálsamo para nuestra salud mental.

Estudios recientes confirman que la oscuridad natural fomenta la atención plena, la creatividad y una sensación de maravilla difícil de encontrar en ambientes artificialmente iluminados.

Para quienes no viven cerca de santuarios de cielo oscuro, hay formas sencillas de integrar la oscuridad en la rutina diaria:

• Atenuar las luces artificiales, incluidas las pantallas, antes de acostarse.
• Usar máscaras para dormir y cortinas opacas para garantizar la oscuridad total durante el sueño.
• Incorporar lámparas solares para realinear los ritmos circadianos en lugares con exceso o falta de luz natural.