¿Por qué los amantes del té viven más tiempo?
El té no tiene calorías y es muy rico en antioxidantes.
El té, una bebida milenaria que ocupa el segundo lugar entre las más consumidas en el mundo después del agua, es mucho más que un simple acompañante para las tardes tranquilas. Su rica composición de antioxidantes y compuestos bioactivos no solo hidrata, sino que también potencia la salud, la concentración y la longevidad.
Whitney Linsenmeyer, dietista registrada y portavoz de la Academia de Nutrición y Dietética, explica: “El té no tiene calorías y es muy rico en antioxidantes”. Estas propiedades ayudan a reducir el riesgo de accidentes cerebrovasculares, mejorar la presión arterial y los niveles de colesterol, y fortalecer el sistema inmunológico. Una investigación de 2022 reveló que los consumidores habituales de té tienen un 9-13 % menos de riesgo de muerte en una década en comparación con quienes no lo consumen.
Té y sus efectos en el enfoque y la relajación
El té contiene una combinación única de cafeína y L-teanina, un aminoácido que mejora el estado de alerta sin causar los nervios típicos del café, comenta Jennie Norton, dietista registrada en RET Physical Therapy. Además, la L-teanina promueve la relajación, mejora la concentración, potencia la memoria y ayuda a combatir el estrés, lo que la convierte en un aliado contra enfermedades crónicas.
El matcha, una variedad de té verde en polvo, destaca por su alta concentración de L-teanina, especialmente en sus versiones de grado ceremonial. Por otro lado, los tés herbales, como el rooibos, ofrecen opciones libres de cafeína ricas en antioxidantes específicos que pueden regular el azúcar en sangre.
Incluso más allá de sus componentes químicos, el ritual de beber té, con su aroma y calidez, fomenta la claridad mental y la relajación. Por ejemplo, un estudio de 2018 demostró que inhalar el aroma del té negro reduce los niveles de estrés durante actividades cognitivas.
El té como fuente de hidratación
Aunque el té contiene cafeína, su efecto diurético es mínimo, permitiendo que sea un aliado para la hidratación. Emma Beckett, investigadora en nutrición de la Universidad de Newcastle, Australia, señala:
La hidratación no solo es lo que permanece en el cuerpo, sino también cómo el agua fluye a través de él para eliminar toxinas y equilibrar sales”.
Antioxidantes: los protectores del cuerpo
El té es una fuente poderosa de antioxidantes, especialmente flavonoides como las catequinas. Estas sustancias combaten el daño celular, reducen la inflamación y disminuyen el riesgo de enfermedades crónicas, como afecciones cardíacas y ciertos tipos de cáncer. El té verde se destaca por su alta concentración de catequinas, particularmente el EGCG (epigalocatequina galato), conocido por regular los niveles de azúcar, reducir la grasa abdominal y mejorar la oxidación de grasas durante el ejercicio.
Aunque el té negro pierde parte de sus catequinas durante la fermentación, desarrolla compuestos únicos como las teaflavinas y tearubiginas, que también ofrecen beneficios antioxidantes. Además, estudios emergentes sugieren que los antioxidantes del té favorecen la salud del microbioma intestinal, mejorando la digestión y fortaleciendo el sistema inmunológico.
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Según Julie Stefanski, dietista registrada, el impacto del té radica en cómo sus compuestos actúan de manera sinérgica. “Se han intentado replicar los compuestos individuales del té, pero nunca tienen el mismo beneficio que una taza completa debido a la complejidad de sus interacciones”, explica.
Con información de Natgeo.
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