Un video compartido en Instagram ha causado impresión y debate entre los internautas. La grabación muestra a un hombre que, durante un paseo en un zoológico, decidió vivir una experiencia extrema en una atracción que permite sumergirse en el hábitat de cocodrilos dentro de una jaula cilíndrica.

Quiso vivir una experiencia extrema con un gran depredador

La atracción consiste en descender gradualmente dentro de la jaula, permitiendo a los visitantes estar cara a cara con estos depredadores acuáticos.

En el video se observa cómo uno de los cocodrilos logra introducir parcialmente su hocico dentro de la jaula, un momento que, aunque seguro según los organizadores, despertó gran preocupación debido a la conocida fuerza letal de estos reptiles.

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La publicación alcanzó 186 mil reacciones y generó comentarios divididos:

• “¿Por qué es esto siquiera una actividad que hacer?”
• “Pobre cocodrilo.”

Mientras algunos consideran esta experiencia como una temeridad innecesaria que pone en estrés al animal, otros la ven como una oportunidad para acercarse de manera segura a uno de los depredadores más fascinantes de la naturaleza.

El video ha reabierto el debate sobre las actividades extremas en zoológicos y la relación ética entre los humanos y los animales en cautiverio. ¿Es esta atracción una forma educativa o simplemente una fuente de entretenimiento que cruza límites innecesarios?