Descubren piojos prehistóricos que vivieron hace más de 99 millones de años
La primera evidencia de piojos parasitando plumas de aves era escasa; particularmente para los que se alimentaban de plumas.
ESTADOS UNIDOS.- Un reciente hallazgo ha sorprendido a la comunidad científica, pues encontraron huevos fosilizados de piojos prehistóricos que datan de hace más de 99 millones de años.
Tal como reportó National Geographic, en la era mesozoica, las aves antiguas eran llamadas enantironitas y consistían en aves voladoras que eran inclusive mucho más avanzadas que los Archaeopteryx y en un paso intermedio entre las aves emplumadas y las modernas; pero más primitivas.
En su artículo, se puntualiza que un equipo de científicos, dirigido por el profesor Diying Huang del Instituto de Geología y Paleontología de Nanjing, de la Academia China de Ciencias, ha descubierto unos huevos fosilizados de piojos prehistóricos en ambar birmano de Myanmar del Cretácico: la evidencia más antigua de ectoparasitismo especializado en aves.
En otras palabras, son insectos que viven en la superficie de otro organismo y se aprovechan de él sin que el huésped pueda hacer nada para remediarlo: como los piojos, pulgas o garrapatas.
Los huevos de piojos masticadores medían 512 micrómetros de largo y estaban adheridos con una sustancia parecida al cemento a intervalos regulares, con un espacio entre ellos de 526 y 748 micrómetros. Con el objetivo de averiguar su funcionamiento, los investigadores emplearon diversas técnicas que van desde la microscopía confocal láser; la tomografía computarizada de rayos x y análisis morfológico.
Con esto, lograron descubrir cómo cada púa de pluma estaba adornada con una uniformidad de huevos alargados organizados a lo largo del eje, muy parecidos al os piojos actuales pero con características distintas.
Así se confirmó que las relaciones parasitarias ya existían entre aves prehistóricas y los piojos, pues demuestran que los primeros vertebrados emplumados eran efectivamente víctimas vulnerables al ectoparasitismo; con lo que, se concluye que existían hace 99 millones de años.
Primera evidencia de piojos anteriormente.
La primera evidencia de piojos parasitando plumas de aves era escasa; particularmente para los que se alimentaban de plumas. Sin embargo, este descubrimiento llena un vacío importante en el registro fósil, pues proporciona información sobre interacciones ecológicas entre vertebrados y parásitos en ecosistemas antiguos como el del Cretácico.
En la actualidad, los piojos suelen infestar normalmente aves y mamíferos, lo que hace que esta investigación de su evolución sea crucial para comprender la dinámica huésped-parásito. Es
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