10 señales extrañamente específicas de que tienes el cortisol elevado por estrés
El estrés prolongado puede afectar tanto la mente como el cuerpo, especialmente al aumentar los niveles de cortisol, una hormona clave en la respuesta al estrés.
CIUDAD DE MÉXICO.- El estrés, conocido por afectar la mente, también tiene repercusiones significativas en el cuerpo. Una de las principales culpables de esta respuesta es el cortisol, una hormona producida por las glándulas suprarrenales cuando el cuerpo se enfrenta a situaciones estresantes. Esta hormona es fundamental para regular funciones como el azúcar en la sangre, la presión arterial y el sistema inmunológico. Sin embargo, cuando los niveles de cortisol se elevan de forma constante debido al estrés crónico, pueden aparecer varios problemas físicos.
Signos tempranos: espasmos musculares y distensión abdominal
Uno de los primeros indicios físicos de altos niveles de cortisol son los espasmos o tics en los ojos, que ocurren cuando los músculos alrededor de los ojos, los cuales son pequeños y débiles, responden involuntariamente a la estimulación del cortisol. Aunque generalmente inofensivos, estos espasmos pueden ser molestos y son un claro indicativo de que el cuerpo está lidiando con un exceso de estrés.
Otro síntoma común es la hinchazón o “cara de luna”, un término popularizado en redes sociales para describir la retención de líquidos en el rostro, una de las consecuencias de un desequilibrio en el manejo de agua y sal causado por el cortisol elevado. Este efecto no solo afecta la cara, sino que puede extenderse al sistema digestivo, resultando en problemas de digestión y mayor producción de gases, lo que aumenta la sensación de distensión abdominal.
Riesgos para la piel y el cabello
El estrés prolongado también puede tener un impacto visible en la piel y el cabello. La debilitación de las proteínas estructurales de la piel, causada por niveles elevados de cortisol, hace que la piel se vuelva más fina y frágil, aumentando la probabilidad de contusiones inexplicables. Además, el cortisol interfiere en el ciclo de crecimiento del cabello, lo que puede llevar a la pérdida de este debido a una desregulación hormonal.
Este desequilibrio hormonal también afecta la producción de testosterona y estrógeno, dos hormonas clave para el crecimiento capilar saludable, contribuyendo a la caída y al adelgazamiento del cabello. Si se observa una caída considerable del mismo, es importante considerar el estrés como una posible causa.
Problemas oculares y cognitivos
El impacto del cortisol en el cuerpo no se limita a la piel y el cabello; también puede afectar la visión. El aumento de los niveles de cortisol interrumpe el flujo sanguíneo entre el ojo y el cerebro, lo que podría contribuir a problemas de visión a largo plazo, incluyendo el riesgo de glaucoma, una enfermedad que daña el nervio óptico y amenaza la visión. Además, puede provocar ojos secos, visión borrosa y mayor sensibilidad a la luz, lo que afecta la calidad de vida diaria.
Desde el punto de vista cognitivo, el estrés crónico puede llevar a lo que se conoce como “niebla cerebral”. Los niveles elevados de cortisol afectan las regiones del cerebro responsables de la memoria y la toma de decisiones, lo que dificulta la concentración y el recuerdo de información. Este efecto es aún más pronunciado cuando el estrés interfiere con otros neurotransmisores como la dopamina y la serotonina, empeorando el estado mental y aumentando la sensación de confusión.
Causas físicas adicionales: tinnitus y dolor en el pecho
Los niveles elevados de cortisol también pueden tener efectos en otros sistemas del cuerpo. El tinnitus, o zumbido en los oídos, es un síntoma cada vez más reconocido relacionado con el estrés. El cortisol interfiere con la circulación y la función nerviosa, lo que puede dar lugar a ruidos molestos en los oídos, creando un ciclo de ansiedad que intensifica el problema.
Otro síntoma preocupante es el dolor en el pecho, que puede ser causado por el aumento de la presión arterial y la contracción de las arterias debido al cortisol. Esto, combinado con la ansiedad provocada por el estrés, puede llevar a la sensación de un dolor en el pecho similar al de un ataque al corazón, lo que requiere atención médica para descartar condiciones graves.
Fatiga y otros efectos a largo plazo
Finalmente, el estrés puede alterar el ritmo natural del cuerpo, causando fatiga a mitad del día. El cortisol está diseñado para elevarse por la mañana, ayudando a despertar y mantenerse alerta, pero el estrés constante puede interrumpir este ciclo, lo que deja a las personas agotadas y mentalmente nubladas por la tarde. A medida que las glándulas suprarrenales luchan por mantener niveles adecuados de cortisol, los picos y caídas descontroladas de la hormona pueden hacer que el cuerpo se sienta exhausto y desorientado, afectando el rendimiento diario.
Es crucial reconocer los signos de estrés y sus efectos en el cuerpo para poder tomar medidas adecuadas que ayuden a manejarlo de manera más efectiva y evitar que se convierta en un problema crónico que afecte la salud física y mental.
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