¿Vino vs. cerveza?; esta es la peor para tu salud, según la ciencia
El consumo de alcohol, presente en muchas tradiciones culturales, tiene impactos significativos en la salud.
CIUDAD DE MÉXICO.- El consumo de alcohol es una práctica común en distintas culturas alrededor del mundo y se encuentra presente en muchas tradiciones sociales. Sin embargo, no siempre se analizan las repercusiones que su ingesta tiene en la salud. Tanto la cerveza como el vino, dos de las bebidas alcohólicas más populares, presentan riesgos específicos para el organismo, aunque sus efectos son diferentes. Conocer estas particularidades es clave para promover un consumo más informado y responsable.
De acuerdo con la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, uno de los factores que hace que la cerveza sea potencialmente más perjudicial que el vino es la cantidad consumida. Al tener una menor concentración de alcohol, la cerveza suele beberse en mayor volumen, lo que incrementa significativamente las calorías y el alcohol total ingerido. Además, estudios de la Facultad de Medicina de Tulane indican que quienes prefieren la cerveza tienden a llevar una dieta menos saludable, lo que agrava los riesgos asociados.
Principales riesgos de la cerveza
El consumo frecuente de cerveza conlleva varios efectos negativos en la salud. Uno de los más destacados es su elevado aporte calórico, ya que al consumirse en grandes cantidades, contribuye al aumento de peso, especialmente en la zona abdominal. Este exceso de peso no solo tiene implicaciones estéticas, sino que también incrementa el riesgo de desarrollar enfermedades metabólicas como la diabetes tipo 2.
Además, el abuso de la cerveza favorece la acumulación de grasa en el hígado, un factor clave en la aparición de la esteatosis hepática, comúnmente conocida como “hígado graso”. Por último, el consumo excesivo de esta bebida puede afectar negativamente la salud cardiovascular, aumentando la probabilidad de padecer problemas como hipertensión o enfermedades coronarias.
¿Es el vino una mejor alternativa?
El vino, aunque no está exento de riesgos, tiene algunas diferencias significativas respecto a la cerveza. Estudios han relacionado el consumo moderado de vino tinto con posibles beneficios cardiovasculares, atribuidos a compuestos antioxidantes como el resveratrol. Estos compuestos, presentes en la piel de las uvas, podrían ayudar a proteger el corazón y reducir el daño oxidativo en el cuerpo.
Sin embargo, cualquier posible beneficio del vino desaparece cuando se exceden las cantidades recomendadas por los expertos. Un consumo excesivo no solo elimina sus ventajas, sino que también aumenta los riesgos para la salud, incluyendo el daño hepático, las afectaciones cardiovasculares y la dependencia al alcohol. Por ello, la clave radica en la moderación y en un enfoque responsable hacia el consumo de bebidas alcohólicas.
Conclusión
Si bien el alcohol forma parte de numerosas tradiciones, es fundamental comprender sus efectos en el organismo para tomar decisiones informadas. Tanto la cerveza como el vino tienen riesgos inherentes, pero el contexto, la cantidad y la frecuencia de consumo juegan un papel crucial en el impacto que generan en la salud. Promover hábitos responsables y moderados es un paso esencial para minimizar los riesgos asociados al consumo de estas bebidas.
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