La tapa de la lavadora: ¿debe permanecer cerrada o abierta después de usarla? Esto es lo que dicen los expertos

Cocinar, plantar un árbol o lavar la ropa pueden parecer tareas cotidianas, pero cada una encierra su propia ciencia. Por ejemplo, la cocina requiere dominar ingredientes y técnicas; el cultivo de un árbol exige atención constante; y el lavado de ropa, aunque simple a primera vista, conlleva más que solo presionar botones en la lavadora.

Un aspecto interesante del lavado es lo que ocurre después de finalizar el ciclo. Existe un debate recurrente sobre qué hacer con la tapa de la lavadora: ¿dejarla abierta o cerrada?

¿Tapa abierta o cerrada?

La respuesta varía según la marca y el uso que le des a tu lavadora. Samsung, por ejemplo, sugiere mantener la puerta abierta tras cada uso para facilitar la ventilación, evitando así la proliferación de moho o malos olores.

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Otras marcas, como Hisense, priorizan la limpieza del tambor al término del lavado, asegurando que no queden residuos. Sobre la puerta, su recomendación es simple: revisa siempre que esté bien sellada antes de iniciar un nuevo ciclo, indica Xataka.

Por su parte, Whirlpool y Midea aconsejan mantener la puerta cerrada cuando el aparato no está en uso, para proteger el interior de polvo o posibles intrusos indeseados.

Sin embargo, algunos especialistas, como Electrotodo, optan por un enfoque híbrido. Según ellos, lo mejor es dejar la puerta entreabierta unos minutos después de cada lavado, permitiendo que el tambor se ventile. Una vez seco, ciérrala para evitar la entrada de suciedad o insectos.

Consejos prácticos para el cuidado de tu lavadora

Al igual que cualquier otro electrodoméstico, la lavadora requiere cuidados específicos para prolongar su vida útil y garantizar un funcionamiento óptimo. Aquí algunos consejos clave:

1. Vacía los bolsillos antes del lavado: Monedas, botones o clips pueden causar daños internos al tambor o al filtro y, en algunos casos, dañar la ropa.
2. Realiza mantenimiento periódico: Limpia el filtro regularmente y programa lavados de mantenimiento del tambor cada 40 ciclos. Si tienes dudas, consulta a un técnico especializado.
3. No la sobrecargues: Llenarla más de su capacidad reduce la eficacia del lavado y puede afectar los componentes mecánicos.
4. Retira la ropa al finalizar el ciclo: Dejar la ropa húmeda en la máquina fomenta la formación de moho y malos olores, además de posibles daños como la oxidación.

Cuidar una lavadora no es complicado, pero hacerlo bien marca la diferencia entre un electrodoméstico que dura años y uno que presenta problemas antes de tiempo. Una atención adecuada comienza con pequeños hábitos y la disposición para seguir las recomendaciones de los expertos.