Conoce quiénes son las personas que duermen menos y parecen tener energía infinita

¿Te imaginas vivir con la energía de un madrugador y la creatividad de un noctámbulo, todo con apenas cinco horas de sueño al día? Para un pequeño grupo de personas, esta no es una fantasía, sino su realidad cotidiana. Estas personas, conocidas como “superdurmientes”, poseen mutaciones genéticas que les permiten funcionar de manera óptima con mucho menos descanso que la mayoría.

¿Qué es un superdurmiente?

Tradicionalmente, las personas se han clasificado en dos cronotipos: los “alondras”, que disfrutan de madrugar, y los “búhos”, más activos durante la noche. Sin embargo, investigaciones recientes han identificado una tercera categoría: los superdurmientes. Este grupo único necesita apenas entre cuatro y seis horas de sueño sin sufrir consecuencias negativas en su salud o desempeño. Al contrario, parecen más saludables y enérgicos que el promedio.

El neurólogo Louis Ptáček y la genetista Ying-Hui Fu, de la Universidad de California en San Francisco, han identificado siete genes asociados con esta habilidad extraordinaria. Uno de ellos, llamado DEC2, regula la producción de orexina, una hormona que promueve la vigilia. Al estudiar familias con esta característica y replicar las mutaciones en ratones, descubrieron que los animales también necesitaban menos sueño y, sorprendentemente, presentaban cierta protección contra enfermedades como el Alzheimer.

La vida con menos horas de sueño

Lejos de ser un impedimento, esta habilidad les permite a los superdurmientes llevar vidas intensamente productivas. Alana Rush, una asesora tecnológica de 40 años, comienza su día antes del amanecer y afirma que estas horas adicionales le permiten equilibrar su vida personal, profesional y social. Sin embargo, admite que este ritmo de vida puede ser solitario, ya que la mayoría de las personas a su alrededor tienen horarios muy distintos.

Por otro lado, Guy Thompson, un diseñador londinense, disfruta de su tiempo extra en la madrugada para leer o reflexionar, aunque también menciona que a veces extraña compartir esas horas con su familia.

¿Podemos convertirnos en superdurmientes?

Se estima que solo entre el 1 % y el 2 % de la población tiene esta capacidad genética. Aunque técnicas como dividir el sueño en ciclos de 90 minutos o adoptar siestas estratégicas pueden mejorar la eficiencia del descanso, convertirse en un superdurmiente no parece ser posible sin las mutaciones genéticas necesarias.

A lo largo de la historia, muchas figuras destacadas han sido conocidas por sus hábitos de sueño inusuales. Margaret Thatcher, Nikola Tesla y Martha Stewart son algunos ejemplos de personas que sobresalieron con pocas horas de descanso. Sin embargo, los expertos advierten que imitar estos hábitos sin la predisposición genética puede traer problemas de salud.

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Por ahora, si eres de los que necesitan ocho horas para funcionar, no te preocupes. Lo importante no es la cantidad de sueño, sino su calidad. Y si alguna vez te encuentras admirando un amanecer después de una noche corta, tal vez compartas algo con los misteriosos superdurmientes.

Con información de The Telegraph.