Evitar las pantallas en la niñez podría no ser la solución, pero su uso consciente podría tener beneficios
Expertos señalan que más allá del tiempo de exposición, es crucial considerar la calidad del contenido y la forma en que los niños interactúan con la tecnología.
CIUDAD DE MÉXICO.- En la actualidad, las pantallas han dejado de ser una opción para convertirse en una parte omnipresente de la vida familiar. Esta realidad ha generado un sinfín de opiniones y recomendaciones sobre su uso, muchas de las cuales se centran en imponer restricciones estrictas o prohibiciones totales. Para las familias, esta situación representa un desafío, ya que deben encontrar un equilibrio sin sentirse abrumadas por normativas contradictorias.
Sin embargo, expertos coinciden en que el problema no radica solo en la cantidad de tiempo que los niños pasan frente a una pantalla, sino en la calidad del contenido y en la forma en la que interactúan con él. De acuerdo con un artículo publicado por National Geographic, el debate debe centrarse en el tipo de uso que se da a los dispositivos digitales.
Katie Davis, co-directora del UW Digital Youth Lab y autora del libro Technology’s Child, señala que enfocarse exclusivamente en la duración del tiempo de pantalla es una visión limitada. En su opinión, es más importante analizar qué hacen los niños en los dispositivos, con quién interactúan y cómo se sienten durante su uso.
La calidad del contenido como factor clave
La calidad del contenido es un factor determinante en los efectos que las pantallas tienen sobre el desarrollo infantil. La educadora digital Keena McAvoy destaca que dos experiencias de igual duración pueden tener impactos muy diferentes. Por ejemplo, ver videos educativos con supervisión parental puede ser beneficioso, mientras que el consumo de contenido aleatorio y sin acompañamiento puede resultar perjudicial.
Por otro lado, también se ha comenzado a discutir los beneficios que pueden ofrecer las pantallas cuando se utilizan de manera adecuada. Regan Vidiksis, investigadora del EDC’s Center for Children and Technology, afirma que los dispositivos digitales pueden fomentar la creatividad, el aprendizaje y la conexión social, siempre y cuando se usen con un propósito claro.
Un estudio publicado por JAMA respalda esta postura, mostrando que los videojuegos pueden ayudar a mejorar la coordinación motora, la resolución de problemas y el desarrollo cognitivo en los niños cuando se eligen con criterio y bajo la orientación de los padres.
Integración saludable de las pantallas
El reto para las familias no es eliminar las pantallas, sino incorporarlas de manera equilibrada en la vida diaria. Davis recomienda incluir el uso de dispositivos en rutinas familiares de forma que enriquezcan la convivencia y promuevan el desarrollo de habilidades importantes. Esto permite que los niños perciban la tecnología como una herramienta aliada en su crecimiento.
El acompañamiento por parte de padres y cuidadores es fundamental para guiar a los menores en su interacción con la tecnología. Vidiksis sugiere que estos “mentores digitales” fomenten hábitos saludables, ayudando a los niños a comprender el contenido que consumen y a tomar decisiones más informadas.
Finalmente, la creación de normas flexibles y adaptadas a cada familia, como el establecimiento de horarios sin pantallas o la selección de aplicaciones educativas, contribuye a un entorno digital más saludable y equilibrado.
Sigue nuestro canal de WhatsApp
Recibe las noticias más importantes del día. Da click aquí