Un gato fue olvidado en la bodega de un avión durante un día entero en Nueva Zelanda

NUEVA ZELANDA.- El pasado 13 de enero, Mittens, un gato de raza Maine Coon, abordó junto con su familia un vuelo desde Christchurch, Nueva Zelanda, con destino a Melbourne, Australia, donde los esperaba su nuevo hogar. Sin embargo, de acuerdo con las políticas de Air New Zealand para los viajes internacionales, las mascotas de gran tamaño deben ser transportadas en la bodega del avión junto con el equipaje.

Al llegar a territorio australiano, Margo Neas, dueña del felino de ocho años, esperaba que el personal de descarga bajara la jaula con su mascota. No obstante, al notar su ausencia, reportó la situación al equipo del aeropuerto. Fue entonces cuando le informaron que el avión había regresado a Nueva Zelanda con Mittens abordo.

La noticia dejó perpleja a la familia del Maine Coon, ya que, al parecer, los auxiliares de vuelo no vieron la jaula debido a que se encontraba detrás de una silla de ruedas.

La odisea del felino

Por suerte, el personal del aeropuerto notificó a la tripulación que llevaban una “pasajera adicional”, por lo que el piloto decidió encender la calefacción de la bodega para proteger al animal de las bajas temperaturas. Esto aseguró que Mittens se mantuviera en condiciones seguras durante el trayecto.

Al llegar de vuelta a Christchurch, varios empleados verificaron que el gato estuviera en buen estado de salud tras haber realizado dos vuelos seguidos. Además, se reubicó su jaula en una posición más visible para garantizar un viaje de regreso más cómodo.

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Finalmente, luego de estar en tres vuelos en menos de un día, Mittens se reunió nuevamente con su familia en Melbourne. Margo Neas compartió en redes sociales que el felino perdió algo de peso, pero se encontraba bien. Además, Air New Zealand reembolsará los costos asociados al incidente.