EGIPTO-. Las redes sociales han vuelto a poner en el centro de la conversación un hallazgo arqueológico que sorprendió al mundo hace más de un siglo. Se trata de la miel de más de 3 mil años de antigüedad que fue descubierta en 1922 durante la excavación de la tumba de Tutankamón en Egipto. Lo más impresionante de este hallazgo es que el alimento se encontraba en perfecto estado de conservación, demostrando la increíble capacidad de preservación de este producto natural.

¿Por qué la miel se mantuvo intacta por más de 3 mil años?

La clave detrás de su longevidad se debe a 3 factores esenciales: su bajo contenido de humedad, su alta acidez y la presencia de peróxido de hidrógeno natural, lo que impide el crecimiento de bacterias y previene la descomposición. Gracias a estas propiedades, la miel encontrada en la tumba del faraón aún era comestible tras milenios de haber sido sellada.

Los antiguos egipcios no solo consideraban la miel como un alimento valioso, sino que también la veían como un símbolo de pureza y eternidad. Por esta razón, la almacenaban en tarros herméticos y la depositaban en las tumbas como una ofrenda para el más allá, asegurando que el alma del difunto tuviera sustento en su viaje al otro mundo.

Un hallazgo que sigue fascinando al mundo

Este descubrimiento, que sigue sorprendiendo a arqueólogos y científicos, resalta la avanzada comprensión que tenían los egipcios sobre la conservación de alimentos. Además, demuestra que la miel es uno de los productos más duraderos de la historia, lo que refuerza su reputación como un alimento prácticamente imperecedero.

El resurgimiento de este tema en redes sociales ha generado debates y comentarios de asombro, con muchos usuarios maravillados por la capacidad de la miel para resistir el paso del tiempo.

Sin duda, la historia de la miel milenaria sigue endulzando la curiosidad de la humanidad, recordándonos los impresionantes avances de las civilizaciones antiguas.