Seguir el orden correcto al limpiar tus dientes reduce las bacterias

CIUDAD DE MÉXICO.- Mantener una buena salud bucal va más allá de tener dientes blancos y un aliento fresco. De acuerdo con expertos, la clave está en cuatro elementos esenciales: cepillarse los dientes dos veces al día con una pasta dental con flúur, usar hilo dental una vez al día, llevar una dieta saludable y acudir regularmente al dentista.

El Dr. Matthew Messina, profesor asociado de la Facultad de Odontología de la Universidad Estatal de Ohio, destaca que seguir estos pasos ayuda a mantener una boca sana y prevenir enfermedades. Entre ellas, la gingivitis y la periodontitis, que pueden afectar la salud general del organismo.

La Dra. Michaela Gibbs, profesora de la Universidad de Colorado, enfatiza que las pequeñas mejoras en la rutina de higiene pueden marcar una gran diferencia. Con simples ajustes, es posible optimizar la limpieza dental y reducir el riesgo de problemas bucales a largo plazo.

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Orden correcto para una limpieza eficaz

Uno de los aspectos clave de la higiene bucal es el orden en que se realizan los pasos de limpieza. Según Messina, lo más importante es eliminar las bacterias que generan ácidos y debilitan el esmalte dental, provocando caries.

Los expertos coinciden en que lo ideal es comenzar con el hilo dental para eliminar restos de comida entre los dientes. Luego, el cepillado complementa la limpieza al remover la placa acumulada en las superficies dentales. Aunque no existen estudios definitivos sobre el orden exacto, esta es la práctica recomendada por la comunidad odontológica.

La Dra. Rocio B. Quinonez, de la Universidad de Carolina del Norte, señala que el hilo dental limpia el 40% de la superficie dental, mientras que el cepillado cubre el 60% restante. Ambos pasos son esenciales para una limpieza completa y efectiva.

La importancia del flúur y el agua

Muchas personas tienen el hábito de enjuagarse con agua después de cepillarse, pero los especialistas recomiendan evitarlo. Gibbs explica que escupir el exceso de pasta dental sin enjuagar permite que el flúur permanezca más tiempo en contacto con los dientes, fortaleciendo el esmalte.

Cepillarse y luego enjuagar con agua reduce la efectividad del flúur, señala Messina. Lo ideal es dejar que actúe en los dientes al menos 30 minutos antes de consumir alimentos o bebidas. Si se usa enjuague bucal, lo mejor es que contenga flúur y que se aplique al final de la rutina de higiene.

Además, beber agua es un factor clave para la salud bucal. Quinonez indica que el agua limpia los restos de comida y ayuda a mantener un equilibrio adecuado del pH en la boca. Esto es fundamental, ya que un ambiente ácido puede favorecer la aparición de caries.

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En definitiva, seguir una rutina de higiene bucal constante y adecuada puede marcar la diferencia en la salud dental. Con pequeños ajustes, cualquier persona puede mejorar la protección de sus dientes y prevenir problemas en el futuro.