Así puedes evitar irte a la cama enojado con tu pareja: psicólogos revelan este truco para romper el hábito
Las discusiones nocturnas en pareja son comunes y suelen surgir por el cansancio acumulado y la falta de tiempo para hablar durante el día.
CIUDAD DE MÉXICO.- Es una escena común en muchas parejas: tras un largo día de trabajo, cena y televisión, llega el momento de acostarse. Sin embargo, en lugar de descansar, surgen conversaciones sobre dinero, crianza de los hijos o conflictos pendientes, muchas veces basadas en comentarios hechos incluso años atrás. Lo que empieza como una simple charla puede convertirse en una discusión intensa bajo la tenue luz de la lámpara de noche.
Este patrón es más común de lo que parece. Según Carly Dober, psicóloga clínica y directora de Enriching Lives Psychology, la biología y el sistema nervioso de cada persona influyen en el momento y la forma en que surgen los conflictos de pareja. La falta de tiempo para hablar durante el día o el cansancio acumulado pueden convertir la noche en el escenario perfecto para estas discusiones.
El agotamiento al final del día también juega un papel clave. Dober señala que las emociones suelen intensificarse en la noche, haciendo que los problemas parezcan más graves de lo que realmente son. Durante el día, el estrés y las distracciones pueden reprimir ciertas emociones, pero al llegar la noche, estas pueden salir a la superficie de manera abrupta.
Temas recurrentes y efectos en el sueño
Las discusiones nocturnas suelen girar en torno a los mismos temas: dinero, diferencias en la crianza, problemas de comunicación, intimidad y conflictos pasados. Estos asuntos pueden parecer manejables durante el día, pero en la noche, cuando el cerebro y el cuerpo están exhaustos, pueden tornarse más difíciles de abordar con calma.
Discutir antes de dormir puede afectar gravemente la calidad del sueño. Dober advierte que la falta de descanso adecuado tiene consecuencias en la salud mental, el estado de ánimo y la capacidad de concentración. Además, asociar la cama con discusiones puede perjudicar la calidad del descanso e incluso generar pesadillas, según estudios realizados en Estados Unidos.
También, la privación del sueño dificulta la regulación emocional. Esto significa que las parejas que discuten por la noche pueden verse atrapadas en un ciclo de reactividad, donde los desacuerdos se repiten y escalan con facilidad debido al cansancio acumulado.
Estrategias para mejorar la comunicación
Para evitar estos conflictos nocturnos, Dober recomienda que las parejas establezcan momentos adecuados para hablar sobre sus preocupaciones. Abordar los problemas en horarios más convenientes puede reducir la tensión y favorecer una mejor resolución de conflictos.
También sugiere realizar reuniones regulares para evaluar la relación. Estas sesiones pueden servir no solo para discutir problemas, sino también para destacar aspectos positivos y reconocer los esfuerzos mutuos. “Es importante resaltar lo bueno, no solo enfocarse en lo negativo”, afirma la especialista.
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Finalmente, cada pareja debe encontrar el mejor momento para estas conversaciones. Algunas pueden preferir hacerlo a mitad de semana, mientras que otras podrán optar por los fines de semana. Lo fundamental es tratar estos encuentros como un espacio para el mantenimiento y fortalecimiento de la relación.