Excrementos de ballena podrían haber ayudado a fertilizar los océanos en el pasado
Este fitoplancton es crucial porque produce más del 50% del oxígeno que respiramos y ayuda a capturar dióxido de carbono (CO₂), reduciendo así los gases de efecto invernadero.
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MÉXICO.- El océano continúa guardando grandes secretos, inclusive en el siglo XXI, donde se vio recientemente el avistamiento de un pez abisal que salió a la superficie y murió; sin embargo, en otro tema, recientes investigaciones han asegurado que el excremento de la ballena podría haber ayudado a fertilizar los océanos en el pasado.
La ballena azul es el animal más grande del planeta; y no solo eso, consume enormes cantidades de diminutos animales parecidos a los camarones: los krill, esto con el fin de sostener un cuerpo de hasta 30 metros de largo.
Investigaciones aseguran que el excremento de ballena podría ser clave.
Una investigación dirigida por oceanógrafos de la Universidad de Washington respalda esta teoría, ya que descubre que los excrementos de ballena contienen significativas cantidades de hierro: un elemento que resulta vital y que suele escasear en los ecosistemas oceánicos, y formas no tóxicas de cobre, otro nutriente esencial que en algunas formas puede ser perjudicial para la vida.
Este fitoplancton es crucial porque produce más del 50% del oxígeno que respiramos y ayuda a capturar dióxido de carbono (CO₂), reduciendo así los gases de efecto invernadero.
Además, las ballenas también almacenan carbono. A lo largo de su vida, una ballena puede confinar hasta 33 toneladas de CO₂. Cuando mueren, sus cuerpos se hunden en el océano, llevando consigo el carbono y manteniéndolo fuera de la atmósfera durante siglos. Este proceso, conocido como “caída de ballena”, también proporciona hábitat y alimento para otras especies marinas.
La caza intensiva de ballenas en el siglo XX redujo sus poblaciones en más del 85%, afectando no solo a las ballenas, sino también a la productividad de los océanos y su capacidad para absorber CO₂. Por eso, conservar y restaurar las poblaciones de ballenas es esencial para mantener la salud de los ecosistemas marinos y combatir el cambio climático.
Las ballenas no solo benefician el medio ambiente, sino que también impulsan la economía a través del ecoturismo, ofreciendo una alternativa sostenible a su caza.
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