Conoce los riesgos de trabajar de pie todo el día y su impacto en la salud

MICHIGAN.- Una nueva ordenanza municipal ha puesto sobre la mesa un tema que afecta a millones de trabajadores en el mundo: el derecho a sentarse durante la jornada laboral. La normativa, informada por AP News, obliga a empleadores de sectores como el comercio minorista, la hostelería y la peluquería a proporcionar asientos adecuados para sus empleados, siempre que esto no interfiera con sus tareas.

Estudios del Instituto Nacional de Seguridad y Salud Ocupacional de Estados Unidos han señalado que estar de pie por largos periodos puede generar problemas de salud como dolor lumbar, fatiga, hinchazón en las piernas y trastornos cardiovasculares. Además, la Asociación de Enfermeras Registradas Perioperatorias ha relacionado esta práctica con la insuficiencia venosa crónica, una afección que perjudica la circulación sanguínea.

Para mitigar estos riesgos, los expertos recomiendan alternar entre estar de pie y sentado, caminar regularmente y utilizar herramientas como alfombras anti fatiga y calzado ergonómico.

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¿Por qué nos sentimos agotados después del trabajo?

Las experiencias de los trabajadores

El impacto de estas condiciones laborales se refleja en testimonios como el de Margaux Lantelme, una cajera en Chicago que sufre de dolor crónico. Según AP News, Lantelme obtuvo una silla para trabajar, pero tras un cambio en la administración, tuvo que pasar por un largo proceso burocrático, incluyendo consultas médicas y copagos, para conservar este derecho. “No tener acceso a una silla sin aprobación médica, lo que implica costos y tiempo, es realmente ridículo”, afirmó.

Otro caso es el de Cecilia Ortiz, quien trabajaba como auxiliar de silla de ruedas en un aeropuerto. Después de estar de pie por cinco horas seguidas, decidió sentarse por 15 minutos en una estación de carga de dispositivos electrónicos, lo que le costó una reprimenda. La sala de descanso contaba con pocas sillas, por lo que muchos empleados tenían que sentarse en el suelo.

En su nuevo trabajo en un almacén, Ortiz ahora tiene la posibilidad de sentarse cuando lo necesita, lo que considera un alivio significativo.

Los sindicatos y las leyes laborales

El derecho a sentarse en el trabajo no es un tema nuevo. A principios del siglo XX, la mayoría de los estados de Estados Unidos tenían leyes que exigían acceso a asientos para trabajadoras, aunque estas normativas se centraban exclusivamente en las mujeres por razones reproductivas. Con el tiempo, estas leyes fueron derogadas, pero en la actualidad algunos estados como California, Florida y Nueva Jersey han implementado nuevas regulaciones que garantizan este derecho sin distinción de género.

A nivel internacional, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) adoptó en 1964 normas que exigen a los empleadores proporcionar asientos adecuados y oportunidades razonables para utilizarlos. Más de 50 países han ratificado estas disposiciones.

En Estados Unidos, los sindicatos han sido clave en la lucha por este derecho. En un caso particular, representantes sindicales de trabajadores minoristas retiraron todas las sillas de la sala de negociaciones para demostrar la importancia del acceso a asientos en el lugar de trabajo, logrando que se incluyera en los contratos laborales.

Un problema global con soluciones locales

Según la historiadora laboral Eileen Boris, el movimiento obrero en Inglaterra ha logrado establecer requisitos más estrictos sobre el uso de asientos en el trabajo, gracias a su mayor representación sindical. En diferentes partes del mundo, las regulaciones continúan evolucionando, con el fin de mejorar las condiciones laborales y la salud de los trabajadores.

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El derecho a sentarse es un tema de salud y bienestar que sigue en discusión. Aunque algunas ciudades y países han avanzado con regulaciones más estrictas, aún queda camino por recorrer para garantizar que los empleados puedan desempeñar sus funciones sin poner en riesgo su salud.