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¿Qué función tienen los hoyitos en las tapas de las ollas?

Si alguna vez te has preguntado por qué algunas tapas tienen diminutos hoyitos, la respuesta es más interesante de lo que parece.

La cocina es un universo lleno de trucos inesperados: desde el increíble poder del vinagre para resolver mil y un problemas, pasando por los secretos culinarios heredados de generación en generación, hasta estrategias ingeniosas para hacer las tareas más rápidas y eficientes. Pero más allá de las recetas y técnicas conocidas, hay herramientas de cocina con funciones ocultas que podrían sorprenderte. Afortunadamente, siempre hay alguien dispuesto a investigar estos misterios.

Un caso curioso es el del agujero en el mango de los sartenes, cuyo propósito va más allá de lo obvio: además de servir para colgarlos, es perfecto para sostener cucharas y evitar el desorden mientras cocinas. Sin embargo, hay otro detalle que pocos se cuestionan: esos pequeños orificios en las tapas de las ollas. ¿Para qué sirven realmente?

El propósito de los orificios en las tapas de las ollas

Si alguna vez te has preguntado por qué algunas tapas tienen diminutos hoyitos, la respuesta es más interesante de lo que parece. Este detalle, que podría parecer meramente estético, cumple un papel crucial en la cocina. Según expertos en diseño de utensilios y termodinámica, estos orificios regulan la presión dentro de la olla cuando se calienta.

Cuando cocinas con una olla tapada, el calor convierte el agua y otros líquidos en vapor, generando presión interna. Si esta presión no se libera de manera controlada, la tapa podría moverse bruscamente o incluso salir disparada en casos extremos, como sucede con las ollas a presión mal manejadas. Estos orificios actúan como una válvula de escape, permitiendo que el vapor salga de manera dosificada y evitando incidentes peligrosos.

Pero su utilidad no termina ahí. También ayudan a mantener una temperatura uniforme dentro de la olla, optimizando la cocción de los alimentos. Desde una perspectiva científica, esto puede explicarse con principios de la física de los gases: al regular la presión, se estabiliza el calor dentro del recipiente, lo que evita sobrecocciones o temperaturas descontroladas.

Además, algunos fabricantes han diseñado estos orificios con una doble funcionalidad: pueden servir para escurrir el agua después de hervir alimentos sin necesidad de un colador, o incluso permitir la inserción de un termómetro de cocina para medir con precisión la temperatura interna. Esto resulta particularmente útil al preparar arroz, pasta o vegetales, donde el control del calor es clave para obtener la textura perfecta, indica Xataka.

En conclusión, esos pequeños orificios en las tapas de las ollas no están ahí por casualidad. Son una herramienta silenciosa pero esencial que facilita la cocción, mejora la seguridad en la cocina y aporta un toque de versatilidad que quizás no habías notado.

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