Este es el “punto perfecto” para dormir: impacta tu corazón, cerebro y cintura

CIUDAD DE MÉXICO.- Muchos se enfocan en la cantidad de horas de sueño, pero tal vez sea momento de prestar atención a algo aún más importante: la hora de acostarse. Según el Dr. Dylan Petkus, especialista en sueño y fundador de Optimal Circadian Health en Florida, el reloj biológico juega un papel fundamental en la calidad de nuestro descanso. Petkus, autor del libro Sleep Apnea Solution, explica que no existe una “hora ideal” para todos, ya que cada persona tiene un reloj biológico único. Ignorarlo puede tener consecuencias en nuestra salud.

El Dr. Petkus señala que, aunque cada reloj interno es distinto, hay un “momento dulce” general para la mayoría de los adultos. Según su experiencia, las personas que se acuestan entre las 9 p.m. y las 11 p.m. suelen tener una mejor calidad de sueño en comparación con aquellos que se acuestan más tarde. Sin embargo, advierte que si prefieres dormir más tarde, no te preocupes: la clave está en la consistencia y en encontrar lo que funciona para ti.

Un aspecto importante que resalta el especialista es que los “búhos nocturnos” (personas que prefieren acostarse tarde y levantarse tarde) no necesariamente son menos saludables que los “alondras matutinas” (los que prefieren acostarse temprano y levantarse temprano). Si bien algunos estudios sugieren que los búhos nocturnos tienen un mayor riesgo de problemas de salud mental, esto podría estar relacionado más con la necesidad de seguir un horario que no coincide con su ritmo natural, que con la hora en que se acuestan.

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Consistencia: la clave para un buen descanso

Una de las recomendaciones más destacadas de Petkus es la importancia de la consistencia en la hora de dormir. Asegurarse de acostarse a la misma hora cada noche ayuda al cuerpo a encontrar su propio ritmo. Esta consistencia, asegura el especialista, es fundamental para mejorar la calidad del sueño. Petkus también sugiere que el proceso para encontrar la hora ideal de descanso es tanto una ciencia como un ejercicio de autoconocimiento.

Según las recomendaciones de expertos, los adultos deben dormir entre siete y nueve horas por noche. Petkus sugiere calcular tu hora ideal para acostarte a partir de la hora a la que necesitas despertarte. Si, por ejemplo, necesitas levantarte a las 7 a.m. y deseas dormir ocho horas, tu hora ideal para acostarte sería a las 11 p.m. Además, es importante prestar atención a cómo te sientes al despertar: si aún te sientes cansado, prueba mover tu hora de acostarte entre 15 y 30 minutos hasta encontrar el punto que mejor se adapte a ti.

Es importante recalcar que, si bien acostarse más temprano puede parecer una solución para las interrupciones nocturnas, no siempre es la respuesta. Si sufres de despertares frecuentes durante la noche, simplemente ir a la cama más temprano no resolverá el problema. Petkus compara esta situación con agregar más carriles a una carretera congestionada: si la causa de los despertares persiste, no importa a qué hora te acuestes.

Enfrentando los problemas para dormir de forma efectiva

En lugar de simplemente aumentar el tiempo en la cama, Petkus recomienda abordar las razones detrás de los despertares nocturnos. Factores como el estrés, el ruido o problemas médicos pueden estar afectando la calidad de tu sueño. Identificar y tratar la causa raíz es esencial para mejorar la eficiencia del sueño, que se refiere a la relación entre las horas de sueño y el tiempo total en la cama. Cuanto mayor sea la eficiencia del sueño, mejor será la salud general.

El especialista destaca que la salud del sueño tiene un impacto importante en nuestra salud a largo plazo. Dormir menos de seis horas por noche puede aumentar el riesgo de enfermedades cardíacas en un 20%. Además, tener horarios de sueño irregulares puede afectar las hormonas, debilitar el sistema inmunológico e incluso aumentar el riesgo de trastornos del ánimo. Por lo tanto, aunque sentirte cansado por la mañana es algo molesto, las implicaciones a largo plazo son mucho más graves.

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Finalmente, es importante tener en cuenta que nuestras necesidades de sueño pueden cambiar con la edad. A medida que envejecemos, nuestro reloj biológico se ajusta, lo que se conoce como un “avance de fase”. Esto significa que las personas mayores tienden a sentirse cansadas más temprano en la noche. Es un cambio natural que algunas personas ya han notado. Petkus recalca que no se trata solo de una preferencia, sino de un ajuste en el reloj interno del cuerpo.