¿Estás deshidratado? Señales de que necesitas más agua

CIUDAD DE MÉXICO.- La deshidratación es un problema frecuente que muchas personas no notan hasta que ya presentan síntomas claros. Investigaciones muestran que cerca del 75% de los estadounidenses beben apenas 2.5 tazas de agua al día, cuando la cantidad recomendada es de 15.5 tazas para los hombres y 11.5 para las mujeres.

Aunque la sed es el síntoma más evidente de deshidratación, hay otros signos más sutiles. Entre ellos se encuentran la orina oscura, la poca frecuencia para ir al baño, piel y boca secas, fatiga, mareos y dolor de cabeza. Ignorar estas señales puede tener consecuencias graves para la salud.

En casos extremos, la deshidratación severa puede causar síntomas peligrosos como latidos acelerados, respiración entrecortada, irritabilidad y desmayos. Tal fue el caso de Jodi Vance, una fisicoculturista de 20 años que falleció recientemente en Ohio debido a complicaciones derivadas de una fuerte deshidratación.

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Estrategias para recordar hidratarse

Para evitar llegar a estos niveles de deshidratación, el entrenador personal Benjamin Nevares recomienda estrategias sencillas que ayudan a recordar la importancia de beber agua. Una de ellas es usar la alarma del teléfono para establecer recordatorios cada hora y asegurarse de consumir una cantidad adecuada de líquido a lo largo del día.

Otra táctica útil es hacer una autoevaluación constante. Nevares explica que la hidratación influye directamente en el estado de ánimo, por lo que sentirse irritable o decaído sin razón aparente puede ser una señal de que el cuerpo necesita agua. Un vaso de agua puede marcar la diferencia en estos momentos.

Además, mantener el agua a la vista es clave. Tener una botella o un vaso de agua en el escritorio, en el coche o en lugares visibles ayuda a crear el hábito de hidratarse con más frecuencia sin necesidad de recordarlo constantemente.

Pequeños cambios que generan grandes beneficios

El movimiento también juega un papel importante en la hidratación. Según Nevares, caminar o moverse con regularidad activa la necesidad de beber agua. Por ello, recomienda aprovechar los momentos de descanso para tomar unos sorbos y mantener el equilibrio de líquidos en el cuerpo.

Para quienes trabajan desde casa o pasan muchas horas en la oficina, es ideal hacer pausas breves para levantarse y tomar agua. Convertir esto en una rutina ayuda a garantizar que el cuerpo reciba la cantidad de líquidos que necesita para funcionar correctamente.

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Finalmente, la nutricionista Kayla Varney sugiere una estrategia simple para asegurarse de comenzar el día bien hidratado: beber un frasco grande de agua por la mañana. Según su experiencia, este hábito ha hecho una diferencia notable en su bienestar, ayudándola a prevenir dolores de cabeza y problemas en la piel. Con pequeños cambios diarios, mantenerse hidratado puede volverse tan automático como cepillarse los dientes.