La luz azul puede ayudar a los adultos mayores a dormir, pero solo si se exponen en el momento adecuado del día

CIUDAD DE MÉXICO.- La luz azul ha sido ampliamente criticada por su impacto negativo en el sueño, especialmente por su presencia en pantallas de dispositivos electrónicos. Sin embargo, una nueva investigación publicada en la revista GeroScience sugiere que, bajo ciertas condiciones, podría tener beneficios para los adultos mayores.

Según el estudio, la exposición a la luz azul durante el día, especialmente en las mañanas, podría ayudar a las personas mayores a conciliar el sueño más rápidamente y mejorar la calidad de su descanso nocturno. La clave está en la sincronización: recibir luz azul en el momento adecuado hace la diferencia.

Los investigadores analizaron los patrones de sueño y la actividad cerebral de adultos de entre 50 y 81 años durante 11 semanas. Aquellos expuestos a altos niveles de luz azul en las primeras horas del día mostraron mejoras significativas en la rapidez con la que se dormían y en la cantidad de sueño profundo que lograban obtener.

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La importancia de la luz en el ritmo circadiano

El estudio también reveló que la exposición a la luz azul en la noche generaba el efecto contrario, provocando más despertares nocturnos y reduciendo la calidad del sueño. Esto se debe a que la luz azul inhibe la producción de melatonina, la hormona responsable de inducir el sueño.

Con la edad, los patrones de sueño cambian de manera natural. Es común que los adultos mayores experimenten menos sueño profundo y despertares más frecuentes durante la noche. Según el especialista en sueño Dylan Petkus, este fenómeno se debe a un ajuste en el ritmo circadiano conocido como “avance de fase”, lo que provoca que las personas mayores tiendan a sentirse somnolientas más temprano en el día.

Además, la reducción de la movilidad en algunos adultos mayores limita su exposición a la luz natural, lo que puede afectar negativamente su ritmo de sueño. Pasar mucho tiempo en espacios cerrados y frente a pantallas electrónicas en la noche agrava este problema.

Una solución sencilla y accesible

Los hallazgos de este estudio destacan la importancia de adoptar hábitos que optimicen la exposición a la luz. Mantenerse expuesto a la luz azul por la mañana, recibir luz natural durante el día y evitar pantallas en la noche podría ser clave para mejorar la calidad del sueño en los adultos mayores.

Daan van der Veen, coautor del estudio y especialista en sueño y cronobiología en la Universidad de Surrey, señaló que la luz puede ser una herramienta poderosa para mejorar el descanso y la actividad diaria de las personas mayores. Según los investigadores, la luz azul en horarios adecuados podría ser una alternativa accesible y sin medicamentos para combatir los problemas de sueño en este grupo de la población.

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Fernanda Fanek, directora del Centro de Trastornos del Sueño en Long Island Jewish Valley Stream Hospital, recomienda evitar pantallas antes de dormir y colocar el teléfono fuera del alcance para reducir la exposición nocturna a la luz azul. Pequeños cambios en la rutina podrían marcar una gran diferencia en el bienestar de los adultos mayores.