MÉXICO-. El renacimiento de una subcultura que marcó a toda una generación está tomando forma en la Ciudad de México. Los emos, aquellos jóvenes que en la década de los 2000 se convirtieron en un fenómeno cultural, están de vuelta, no con confrontaciones, sino con una marcha pacífica que promete ser un homenaje a su estilo de vida y música.

Este 15 de marzo, 17 años después de la icónica pelea en la Glorieta de Insurgentes, los emos se reunirán para conmemorar su legado con la Marcha Emo 2025.

Un recorrido de recuerdos y celebración

La subcultura emo, originada en Estados Unidos en los años 80, alcanzó su punto máximo en México durante la primera década de este siglo. Su apogeo se hizo presente en las calles de las grandes ciudades, especialmente en la capital, donde la moda y la música de bandas como Pxndx marcaron a una generación. Sin embargo, su popularidad fue decayendo, aunque nunca desapareció del todo.

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Este año, en lugar de revivir el conflicto de antaño, los emos se reunirán para rendir homenaje a su identidad. La marcha comenzará en Bellas Artes y finalizará en la Glorieta de Insurgentes, el sitio donde hace casi dos décadas tuvo lugar la famosa pelea entre punks y emos, un enfrentamiento que quedó grabado en la memoria colectiva. Este evento, sin embargo, será todo lo contrario a aquella confrontación: una reunión de camaradería, música y nostalgia.

A medida que se acerca la fecha, muchos ya han comenzado a preparar sus atuendos: copetes que cubren el ojo, camisetas de sus bandas favoritas y ese aire melancólico que siempre los caracterizó. Este encuentro no solo se celebrará como una etapa juvenil, sino como un símbolo de que la subcultura emo sigue viva, más allá de los estereotipos y la moda de las últimas décadas.

Es un claro recordatorio de que, aunque muchos ahora se presenten como “adultos funcionales”, el corazón emo sigue latiendo fuerte en su interior.

La Marcha Emo 2025 no solo es un recorrido por las calles de la ciudad, sino una celebración de identidad y resistencia, un grito de aquellos que alguna vez hicieron del dolor y la introspección una bandera.

A través de esta marcha, los emos buscan demostrar que su cultura no fue solo una moda pasajera, sino un verdadero estilo de vida que ha perdurado en el tiempo.

Este 15 de marzo, la Glorieta de Insurgentes será nuevamente el epicentro de una subcultura que nunca murió, solo estuvo en pausa. La marcha será un reencuentro, no solo con el pasado, sino con una nueva generación de emos que siguen siendo parte de una historia que se niega a desaparecer.

La información de esta nota fue obtenida de las fuentes Sopitas y El Financiero.