¿Por qué se derraman las pilas? Profeco lo explica

CIUDAD DE MÉXICO.- Las pilas son una fuente de energía ampliamente utilizada en controles, juguetes y dispositivos electrónicos. Sin embargo, pueden derramarse con el tiempo, lo que representa un riesgo para la seguridad y el funcionamiento de los aparatos.

De acuerdo con la Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO), el derrame de las pilas ocurre porque las reacciones químicas dentro de ellas continúan incluso cuando están en desuso. Esto es más común en las pilas alcalinas, cuyo contenido interno puede descomponerse y generar gas de hidrógeno, lo que aumenta la presión y rompe la carcasa.

Otros factores que pueden provocar el derrame incluyen la exposición a la humedad, que acelera la corrosión y debilita el sellado de la pila, y el uso inadecuado de pilas recargables. Si estas últimas se sobrecargan o se dejan descargadas por demasiado tiempo, los químicos internos pueden filtrarse con mayor facilidad.

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¿Cómo evitar que se derramen?

Para evitar este problema, se recomienda retirar las pilas de los dispositivos que no se usarán por un tiempo prolongado. Dejar una pila dentro de un aparato en desuso aumenta el riesgo de corrosión y filtración de sustancias químicas.

También es importante almacenar las pilas en un ambiente seco y fresco, lejos de la humedad y el calor extremo. Revisarlas periódicamente ayuda a detectar signos de deterioro y a prevenir posibles daños antes de que ocurran.

En el caso de las pilas recargables, es recomendable seguir las indicaciones del fabricante sobre los ciclos de carga y evitar que se descarguen por completo. Esto prolonga su vida útil y reduce la posibilidad de derrames.

¿Cuáles son los riesgos del derrame de pilas?

El contenido químico de las pilas puede ser peligroso para la salud. Si una persona entra en contacto con los líquidos que se filtran, puede sufrir irritaciones o quemaduras en la piel. En caso de ingestión, las sustancias pueden reaccionar con los fluidos del tracto digestivo y causar perforaciones en órganos como el esófago o el estómago.

Si una pila en estado de corrosión toca la boca, los químicos pueden dañar la mucosa del tracto digestivo, provocando dolor y dificultad para ingerir alimentos. En estos casos, es fundamental buscar atención médica de inmediato para evitar complicaciones graves.

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Dado el riesgo que implica el derrame de pilas, es importante manejarlas con precaución, almacenarlas adecuadamente y desecharlas de manera segura en centros de reciclaje autorizados. Con estos cuidados, se puede minimizar su impacto en la salud y en el medio ambiente.