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¿Cómo identificar un estancamiento en terapia y qué hacer al respecto?

El estancamiento terapéutico ocurre cuando la terapia deja de ser efectiva y el paciente siente que no avanza.

¿Cómo identificar un estancamiento en terapia y qué hacer al respecto?

CIUDAD DE MÉXICO.- La terapia es una herramienta valiosa para la salud mental, pero en algunos casos puede dejar de ser efectiva. Un estancamiento terapéutico ocurre cuando el paciente siente que ya no avanza o que las sesiones han perdido utilidad. Jameca Woody Cooper, presidenta de la Asociación Psicológica de Misuri, explica que algunas señales de alerta incluyen sentirse desconectado del terapeuta, dudar de su plan de tratamiento o experimentar incomodidad y tensión durante las sesiones.

El estancamiento también puede manifestarse con falta de interés en acudir a las citas, aumento de la irritabilidad o la sensación de que la terapia se ha vuelto repetitiva. Estas situaciones pueden ser frustrantes, pero no significan que el proceso de ayuda psicológica haya fracasado. Según los especialistas, lo importante es reconocer el problema y evaluar posibles soluciones.

Existen diversas razones para llegar a este punto. Puede tratarse de la necesidad de un nuevo enfoque, la falta de alineación en las expectativas con el terapeuta o la dificultad para abordar temas complejos. También es posible que el paciente haya avanzado todo lo posible en su proceso actual y requiera un cambio de estrategia.

¿Qué hacer si la terapia ha dejado de ser efectiva?

Si una persona siente que ha dejado de beneficiarse de la terapia, los expertos recomiendan iniciar una conversación con su terapeuta. Regine Galanti, especialista en tratamiento de la ansiedad, explica que, si un paciente se encuentra discutiendo los mismos temas durante varias sesiones sin avances, es momento de reevaluar sus objetivos terapéuticos.

Para abordar la situación, Alayna Park, profesora adjunta de psicología en la Universidad de Oregón, sugiere expresarlo de manera clara durante la sesión o a través de un correo electrónico. Algunas frases útiles podrían ser: “Siento que mi progreso se ha estancado” o “Me gustaría trabajar en nuevas estrategias”. Además, es recomendable preguntar cuántas sesiones se necesitan para ver mejoras y cómo se medirá el progreso.

Un buen terapeuta no debería molestarse ante estas inquietudes, sino apoyar al paciente en encontrar el mejor camino para su bienestar. Bethany A. Teachman, profesora de Psicología en la Universidad de Virginia, señala que una buena terapia capacita a las personas para enfrentar conversaciones difíciles y tomar decisiones sobre su propio proceso.

¿És momento de hacer una pausa o cambiar de terapeuta?

Si después de discutir la situación con el terapeuta no hay cambios significativos, podría ser momento de considerar un descanso o un cambio de profesional. Según Woody Cooper, tomarse una pausa puede ser beneficioso para evaluar si la relación terapéutica sigue siendo adecuada y explorar otras opciones.

Casos como el de Annie Herzig, autora e ilustradora de Colorado, muestran que detenerse a reflexionar puede llevar a mejores resultados. Luego de meses sin notar avances con un nuevo terapeuta, decidió enviarle un correo explicando su decisión de dejar la terapia. Después de un tiempo, encontró a otro especialista con quien ha trabajado durante los últimos cuatro años y describe sus sesiones como energizantes, incluso cuando son emocionalmente intensas.

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Si bien el estancamiento terapéutico puede ser frustrante, no significa el fin del proceso de crecimiento personal. Reconocer el problema, comunicarse con el terapeuta y explorar nuevas opciones puede marcar la diferencia en el camino hacia una mejor salud mental.

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