La falta de sueño: un problema de salud invisible en México
Datos del INEGI y otras fuentes revelan que casi la mitad de los mexicanos tiene mala calidad de sueño, lo que aumenta el riesgo de enfermedades como obesidad, diabetes y demencia.
CIUDAD DE MÉXICO.- En la actualidad, dormir poco se ha convertido en una costumbre socialmente aceptada. Muchas personas ven en el sacrificio del sueño un signo de esfuerzo y dedicación, sin considerar las graves consecuencias que esto puede traer a la salud. Sin embargo, especialistas advierten que la falta crónica de descanso no es sólo una molestia pasajera, sino un factor de riesgo para el bienestar físico y mental.
El doctor Rafael Santana Miranda, director de la Clínica de Trastornos del Sueño de la Facultad de Medicina de la UNAM, explica que los problemas con el sueño han crecido debido a las exigencias del mundo moderno. Factores como el desvelo constante, horarios laborales irregulares, uso de pantallas y altos niveles de ansiedad han deteriorado la calidad del descanso en la población.
Según el especialista, el principal problema no radica en enfermedades como el insomnio o la apnea del sueño, sino en el “síndrome de sueño insuficiente”. Esto significa que la mayoría de las personas simplemente no duermen la cantidad recomendada según su edad y necesidades individuales, lo que impacta su rendimiento diario y su salud a largo plazo.
Datos alarmantes sobre la calidad del sueño
De acuerdo con datos de la Encuesta Nacional sobre Salud y Envejecimiento en México (ENASEM) y la Encuesta de Evaluación Cognitiva del INEGI, el 41% de los mexicanos tiene dificultades para dormir. A su vez, la empresa de estadística Statista reporta que un 38% de la población ha sufrido algún trastorno del sueño. Según la Clínica de Trastornos del Sueño de la UNAM, el 45% de los adultos en el país presenta una mala calidad de descanso.
Para Santana Miranda, estos datos revelan un problema de salud pública que ha sido minimizado. A pesar de que la falta de sueño está directamente relacionada con enfermedades graves como obesidad, diabetes, hipertensión, demencia e incluso cáncer, la sociedad sigue sin darle la importancia que merece.
“El sueño insuficiente está invisibilizado, es un problema que no queremos ver”, enfatiza el especialista. Explica que, aunque los trastornos del sueño son comunes, la mayoría de las veces ni siquiera se diagnostican, ya que los médicos suelen enfocarse en otros padecimientos sin preguntar a los pacientes sobre la calidad de su descanso.
Sueño y salud mental: una relación bidireccional
El doctor Santana Miranda compara la situación actual del sueño con lo que pasó hace algunos años con la salud mental. Antes, los problemas psicológicos no recibían la atención suficiente, pero con el tiempo se visibilizó su importancia. Algo similar ocurre con los trastornos del sueño: a pesar de su impacto en la salud, siguen sin ser considerados una prioridad en la agenda pública.
Según el especialista, el mal dormir también está estrechamente vinculado con trastornos mentales como la ansiedad y la depresión.
Muchas veces nos preguntamos: ¿qué fue primero, el trastorno del sueño o la ansiedad? La relación es bidireccional y afecta todos los aspectos de la vida, señala.
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En este sentido, Santana Miranda subraya que el problema no se resolverá sólo con tratamientos individuales. Para mejorar la salud del sueño de la población, es necesario cambiar las políticas laborales, el sistema de transporte y la organización de los horarios escolares. “Nuestro estilo de vida es incompatible con un descanso adecuado, y eso tiene que cambiar”, concluye.