¿Qué tan confiable es la fecha de caducidad de los alimentos?
Es fundamental inspeccionar el estado del alimento antes de decidir si se desecha o no.

La fecha de caducidad es un elemento clave en la industria alimentaria. Al comprar un producto, solemos revisar los ingredientes, la marca y, por supuesto, el tiempo de vida útil que indica su empaque. Sin embargo, muchas veces nos preguntamos: ¿es realmente precisa esta fecha o podemos consumir los alimentos después de ella? En este artículo, te explicamos cuán certero es este indicador y cómo evaluar el estado real de los productos antes de desecharlos.
¿Qué define la fecha de caducidad?
Este concepto depende del tipo de alimento y de cómo se almacena. Existen dos grandes categorías de productos en la industria alimentaria:
1. Alimentos perecederos
Tienen una vida útil corta y deben mantenerse en refrigeración para evitar su descomposición prematura. Entre ellos se encuentran:
- Carnes: pollo, res, cerdo, pescados y mariscos.
- Lácteos: quesos, yogurt, crema, leche.
- Frutas y vegetales.
- Embutidos.
- Huevo.
En estos casos, la fecha de caducidad es un límite importante. No obstante, el almacenamiento adecuado puede extender su frescura unos días más. Por ejemplo, congelar carnes puede prolongar su vida hasta por dos meses.
2. Alimentos secos, congelados y enlatados
Estos productos tienen una duración mucho mayor y, en algunos casos, pueden consumirse después de la fecha impresa en el envase si se almacenan correctamente. Algunos ejemplos incluyen:
- Conservas: chiles o verduras en escabeche, atún, sardinas.
- Cereales y granos: arroz, avena, pasta.
- Frutas en almíbar.
- Frutos secos.
- Especias y condimentos.
Para estos alimentos, el factor más importante es mantenerlos cerrados, lejos de la humedad y en un lugar fresco. Si cumplen con estas condiciones, pueden conservarse en buen estado incluso después de la fecha de caducidad.
¿Caducidad y consumo preferente son lo mismo?
No. Aunque pueden parecer similares, tienen diferencias clave:
- Fecha de caducidad: se usa en alimentos perecederos y marca el momento en que el producto deja de ser seguro para el consumo.
- Fecha de consumo preferente: indica el periodo en el que el alimento mantiene su calidad óptima (sabor, aroma y textura). Sin embargo, después de esta fecha, su consumo sigue siendo seguro.
Revisar más allá de la fecha impresa
Si bien la fecha de caducidad es un criterio a considerar, también es fundamental inspeccionar el estado del alimento antes de decidir si se desecha o no. Algunos signos de deterioro incluyen:
- Mal olor o color alterado.
- Textura pegajosa o viscosa (en el caso de carnes y embutidos).
- Presencia de moho o cambios en el empaque (hinchazón en productos enlatados).
Evitar el desperdicio y ahorrar dinero
Muchas veces tiramos alimentos simplemente porque han pasado su fecha de caducidad sin evaluar si realmente están en mal estado. Almacenarlos correctamente y revisar su apariencia y olor puede ayudarnos a reducir el desperdicio y ahorrar dinero. Además, comprar de manera inteligente, priorizando productos frescos y consumiéndolos en orden de vencimiento, es una práctica sostenible y económica.
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La fecha de caducidad es una guía importante, pero no siempre definitiva. Usar el criterio propio y observar el estado de los alimentos nos ayudará a tomar mejores decisiones al momento de consumir o desechar productos.
Con información de HA!
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