Seis consejos para mantener las rodillas en buen estado y prevenir lesiones

CIUDAD DE MÉXICO.- Las rodillas son articulaciones esenciales para el movimiento y la estabilidad del cuerpo. A lo largo de la vida, soportan una carga constante, lo que las hace propensas a molestias y lesiones.

De acuerdo con Shaq Lampier, fisioterapeuta del Marylebone Health Group, el dolor de rodilla es una de las consultas más comunes en clínicas de fisioterapia y puede afectar a personas de todas las edades, sin importar su nivel de actividad física.

Para mantenerlas en buen estado, especialistas recomiendan adoptar hábitos saludables, realizar ejercicios específicos y tomar medidas preventivas que garanticen su buen funcionamiento a largo plazo.

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Identificar y tratar el dolor a tiempo

El dolor de rodilla es una señal de alerta que no debe ser ignorada. Martin Sharp, nutricionista y entrenador físico, explicó a The Times que cualquier molestia nueva debe ser tratada con descanso, aplicación de hielo y antiinflamatorios locales.

Si el dolor persiste por más de 72 horas, recomienda el uso de ibuprofeno, siempre asegurándose de estar bien hidratado, especialmente después del ejercicio. No obstante, el uso prolongado de estos medicamentos puede afectar la función renal, por lo que se recomienda acudir a un especialista si las molestias duran más de una semana.

Un diagnóstico oportuno puede prevenir problemas mayores, como lesiones en los ligamentos o el desgaste prematuro del cartílago, condiciones que requieren tratamientos más complejos y prolongados.

Ejercicio y fortalecimiento muscular

Caminar con regularidad es una estrategia efectiva para mantener la movilidad de las rodillas. Investigaciones del Colegio Americano de Reumatología han demostrado que esta actividad reduce el riesgo de dolor en personas con osteoartritis.

Por otro lado, el running no es perjudicial para las articulaciones si se practica correctamente. Estudios del Orthopaedic Journal of Sports Medicine indican que no hay evidencia que relacione el desarrollo de osteoartritis con el hábito de correr. Sin embargo, un calzado inadecuado o la falta de fuerza muscular pueden generar molestias.

Además, fortalecer los músculos que rodean la rodilla es clave para su estabilidad. Ejercicios como sentadillas y estocadas ayudan a fortalecer los cuádriceps, isquiotibiales y glúteos, lo que reduce la presión sobre la articulación y previene lesiones.

Alternativas de bajo impacto y recuperación

Para quienes buscan opciones de ejercicio con menor impacto, disciplinas como la natación, el ciclismo y el yoga son recomendadas. Sharp destaca que estas actividades favorecen la flexibilidad y la estabilidad articular sin sobrecargar las rodillas.

Otro método para aliviar molestias es la terapia de contraste o “ciclo nórdico”, que consiste en alternar entre calor y frío para estimular la circulación y reducir la inflamación. Esta técnica, que combina sesiones de sauna con inmersiones en agua fría, puede acelerar la recuperación muscular.

Sin embargo, no es recomendable para personas con problemas de presión arterial o afecciones cardíacas, por lo que se recomienda consultar a un médico antes de probarla.

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Alimentación y suplementos para la salud articular

La nutrición juega un papel clave en la protección de las rodillas. Lampier sugiere el consumo de omega-3, presente en pescados grasos y frutos secos, ya que ayuda a reducir la inflamación y mejorar la lubricación articular.

El calcio, proveniente de productos lácteos y vegetales de hoja verde, fortalece los huesos y previene la descalcificación. Además, el colágeno es fundamental para la salud de los tendones y el cartílago, por lo que incluirlo en la dieta puede favorecer el bienestar de las articulaciones.

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Adoptar estas estrategias desde edades tempranas puede marcar una gran diferencia en la salud de las rodillas a lo largo de la vida, permitiendo mayor movilidad y calidad de vida en el futuro.