La increíble historia del diamante maldito Hope

El diamante Hope es una de las joyas más famosas y enigmáticas del mundo, pero su belleza está envuelta en un aura de tragedia. Se dice que esta gema azul, de 45.52 quilates, fue robada de un templo hindú y que, desde entonces, ha traído desgracia a quienes lo han poseído. Su historia se remonta al siglo XVII, cuando el comerciante francés Jean-Baptiste Tavernier la adquirió en la India y la llevó a Europa. La leyenda cuenta que poco después murió en circunstancias misteriosas.

Uno de los propietarios más conocidos fue el rey Luis XVI de Francia, quien, junto con su esposa María Antonieta, poseyó el diamante antes de ser ejecutado durante la Revolución Francesa. Más tarde, la piedra pasó a manos del banquero Henry Philip Hope, de quien toma su nombre, pero su familia sufrió grandes pérdidas económicas. En el siglo XX, la socialité Evalyn Walsh McLean adquirió la gema convencida de que la maldición no le afectaría. Sin embargo, poco después, su hijo murió en un accidente, su esposo la abandonó y su fortuna se desmoronó.

Te puede interesar: Los animales que pueden vivir sin oxígeno

Finalmente, en 1958, el joyero Harry Winston donó el diamante al Museo Smithsoniano de Historia Natural en Washington, donde permanece en exhibición hasta hoy. Desde entonces, la supuesta maldición parece haberse disipado, aunque algunos creen que sigue ejerciendo su influencia en quienes entran en contacto con la joya. ¿Fue realmente responsable de tantas tragedias o se trata de una serie de desafortunadas coincidencias?