El “animal más feo del mundo” arrasa en votación y se corona Pez del Año en Nueva Zelanda

Contra todo pronóstico, el pez gota, famoso por su aspecto peculiar, se llevó el título de Pez del Año en Nueva Zelanda, dejando atrás a otras especies en una competencia que busca generar conciencia sobre la biodiversidad marina.

Este singular habitante de las profundidades obtuvo 1,286 votos, superando por casi 300 sufragios al reloj anaranjado, otro pez en peligro de extinción. La contienda fue organizada por Mountains to Sea Conservation Trust y duplicó la participación respecto a la edición anterior.

Una batalla inesperada por la popularidad

A pesar de su fama de “feo”, el pez gota logró una ola de apoyo que se disparó en los últimos días del certamen, gracias a la intervención de los locutores Sarah Gandy y Paul Flynn, quienes desde la radio More FM pidieron a los oyentes que votaran por él.

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“¡Necesitamos que el pez gota gane!”, insistieron en su programa, generando una avalancha de votos que lo llevó a la victoria.

¿Por qué luce así el pez gota?

Este pez de aspecto gelatinoso vive en las aguas profundas de Australia, Tasmania y Nueva Zelanda, a entre 600 y 1,200 metros de profundidad. Su cuerpo está adaptado a la extrema presión del océano, lo que le permite flotar sin gastar energía.

Sin embargo, cuando es sacado a la superficie, la falta de presión lo deja con un aspecto blando y deformado, una transformación que lo convirtió en un fenómeno viral hace más de una década.

Una victoria con mensaje ambiental

A pesar de la atención que recibe por su apariencia, el pez gota enfrenta un grave peligro debido a la pesca de arrastre, al igual que su competidor, el reloj anaranjado. Por ello, organizaciones ambientales ven esta competencia como una oportunidad para sensibilizar sobre la fragilidad de estas especies.

“El pez gota no solo ganó un título, sino también visibilidad. Cada voto es un paso hacia la protección de su hábitat”, señalaron desde la Iniciativa de Derecho Ambiental, patrocinadora del reloj anaranjado.

Con más de 5,500 votos en total, este certamen demostró que incluso las criaturas más incomprendidas pueden generar conciencia y apoyo cuando se trata de conservar el ecosistema marino.