Si tienes buen equilibrio, podrías vivir más: la clave para un envejecimiento saludable

CIUDAD DE MÉXICO.- El interés por mantener un estilo de vida saludable que favorezca la longevidad ha crecido en los últimos años. Cada vez más personas buscan hábitos que les permitan disfrutar de una buena calidad de vida por más tiempo. La alimentación equilibrada, el ejercicio físico y la socialización son elementos clave en este proceso.

Sin embargo, hay una capacidad esencial que muchas veces se pasa por alto: el equilibrio. Esta habilidad es fundamental para la movilidad y la independencia, pero suele ser subestimada hasta que empieza a deteriorarse. De hecho, las caídas por problemas de equilibrio son una de las principales causas de lesiones en adultos mayores, según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC).

María Elena Moresco, terapista física y especialista en geriatría, señala que entrenar el equilibrio con el paso de los años es clave para un envejecimiento saludable. La falta de estabilidad puede llevar a un círculo vicioso: el miedo a caerse reduce la movilidad, lo que a su vez genera más debilidad y aumenta el riesgo de caídas.

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Factores que afectan el equilibrio

El envejecimiento es un factor determinante en la pérdida del equilibrio, pero no es el único. La disminución de la masa muscular, el deterioro de la vista, la ralentización de los reflejos y ciertas enfermedades pueden influir. Además, algunos medicamentos, como antidepresivos, antihistamínicos y diuréticos, pueden aumentar el riesgo de inestabilidad.

La psicóloga e instructora de yoga María Gisela Moya destaca que entrenar el equilibrio no solo es útil para prevenir caídas en la tercera edad, sino que también beneficia a personas de cualquier edad. Fortalecer esta habilidad ayuda a mejorar la confianza, la coordinación y la independencia física.

Según el Colegio Americano de Medicina del Deporte (ACSM), el equilibrio es un indicador temprano del envejecimiento biológico. Mantenerlo en buen estado contribuye a un mejor control del cuerpo y reduce el riesgo de fracturas y lesiones.

Estrategias para mejorar el equilibrio

El entrenamiento del equilibrio puede incluir diversas actividades. Caminar, hacer ejercicios de puntillas o sobre los talones, subir y bajar escaleras y realizar sentadillas son opciones efectivas. También existen disciplinas como el yoga, el tai chi y el pilates, que trabajan tanto el equilibrio estático como el dinámico.

Moya explica que en el yoga, por ejemplo, la concentración y la fijación de la mirada en un punto estable ayudan a mejorar la estabilidad corporal. Además, los ejercicios con bandas elásticas y pesas pueden fortalecer los músculos clave para el equilibrio, como los glúteos y los cuádriceps.

El ACSM recomienda practicar ejercicios de equilibrio al menos dos o tres veces por semana. Para los adultos mayores con mayor riesgo de caídas, lo ideal es realizarlos tres o más veces por semana e incluso participar en programas específicos de prevención de caídas.

Actividades recomendadas para fortalecer el equilibrio

Para mejorar el equilibrio, se pueden practicar ejercicios sencillos en la vida cotidiana. Por ejemplo, mantenerse en un solo pie mientras se realizan tareas domésticas, caminar en línea recta como si se estuviera sobre una cuerda imaginaria o realizar la postura en tándem, que consiste en colocar un pie inmediatamente detrás del otro y mantener la posición.

Otras actividades incluyen el uso de superficies inestables, como alfombras o césped, para desafiar la estabilidad. Jugar con una pelota blanda, lanzándola y atrapándola de pie sobre una sola pierna, también es una forma divertida de entrenar el equilibrio.

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En definitiva, mantener un buen equilibrio no solo ayuda a prevenir caídas y lesiones, sino que también mejora la movilidad, la independencia y la calidad de vida. Con pequeños cambios en la rutina diaria, es posible fortalecer esta habilidad y disfrutar de un envejecimiento saludable y activo.