Hay una explicación neurobiológica para el fenómeno de “la luz al final del túnel” en experiencias cercanas a la muerte, según expertos
Un estudio reciente publicado en Nature Reviews Neurology sugiere que las experiencias cercanas a la muerte (ECM) podrían tener una explicación neurobiológica.
CIUDAD DE MÉXICO.- Un reciente estudio publicado en la revista Nature Reviews Neurology ha arrojado nuevos hallazgos sobre los fenómenos cercanos a la muerte (ECM), esas experiencias que muchas personas reportan después de sufrir un paro cardíaco y ser reanimadas. Las sensaciones típicas asociadas a las ECM, como ver una luz blanca o sentir que el alma abandona el cuerpo, han sido objeto de fascinación y misterio durante siglos. Sin embargo, investigadores sugieren que estas visiones podrían tener una explicación neurobiológica vinculada a una respuesta evolutiva al peligro mortal.
El estudio sostiene que las ECM son episodios de “conciencia desconectada” que ocurren en situaciones de “amenaza física real o potencial”. Este fenómeno se desencadenaría cuando los niveles de oxígeno en el cerebro disminuyen y las concentraciones de dióxido de carbono aumentan, lo que lleva a un estado de acidosis cerebral. Este cambio en el equilibrio químico en el cerebro es el que parece generar las sensaciones extrañas reportadas por los sobrevivientes de paros cardíacos.
El impacto de la química cerebral en las ECM
El estudio explica que el desequilibrio químico del cerebro, derivado de la disminución de oxígeno y el aumento del dióxido de carbono, provoca una reacción en cadena que aumenta la excitabilidad neuronal en áreas claves del cerebro, como la unión temporoparietal y el lóbulo occipital. Este aumento en la actividad neuronal estaría vinculado con los efectos experimentados durante las ECM, como visiones y sensaciones intensas de paz.
En particular, el aumento en la señalización de serotonina se señala como responsable de las alucinaciones visuales vívidas, una característica común de las ECM. Los picos en los niveles de endorfinas y GABA generarían la sensación de “paz profunda”, mientras que la liberación de dopamina podría explicar los intensos sentimientos de hiperrealidad que muchas personas experimentan en estas situaciones.
Una defensa neurofisiológica ante el peligro
Los investigadores sugieren que las ECM forman parte de una cascada de defensas neurofisiológicas que se activan cuando las respuestas de lucha o huida ya no son viables. En estos momentos extremos, la mente entra en un estado de disociación, lo que permite que la atención se dirija hacia “fantasías internas” que ayudan a enfrentar situaciones de vida o muerte. De esta manera, las ECM podrían ser un mecanismo adaptativo para sobrellevar el sufrimiento físico y psicológico en momentos críticos.
Este proceso también ayudaría a entender por qué algunas personas son más propensas a experimentar ECM que otras. Aquellos con una mayor inclinación hacia la disociación o la ensoñación serían más susceptibles a experimentar visiones, como la luz blanca, en situaciones extremas. Además, las personas predispuestas a la intrusión REM, un estado de somnolencia excesiva, también podrían ser más propensas a sufrir este tipo de experiencias.
La conciencia tras el paro cardíaco: más preguntas que respuestas
A pesar de los avances significativos en la comprensión de las ECM, los autores del estudio reconocen que aún existen muchas interrogantes por resolver. Uno de los puntos que se necesita investigar más a fondo es la duración de la conciencia en el momento en que el corazón deja de latir. Según estudios previos, la conciencia puede persistir entre dos y veinte segundos después de un paro cardíaco, lo que podría explicar la percepción de “vivir” una experiencia cercana a la muerte.
Se requiere más investigación para identificar qué combinaciones de procesos cerebrales son necesarias y suficientes para desencadenar una ECM. Aunque el estudio propone una base neurobiológica para estos fenómenos, los detalles precisos de cómo y por qué ocurren siguen siendo un misterio.
ECM: ¿un fenómeno neurobiológico o sobrenatural?
El estudio ofrece una perspectiva científica sobre las experiencias cercanas a la muerte, sugiriendo que, lejos de ser manifestaciones sobrenaturales, podrían ser el resultado de respuestas neurobiológicas adaptativas ante situaciones de peligro mortal. Este avance abre la puerta a nuevas preguntas sobre la conciencia, la mente y el cerebro humano, invitando a una reflexión más profunda sobre cómo nuestro cuerpo responde ante el umbral de la muerte.
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Aunque las ECM continúan siendo un tema de debate, estos hallazgos permiten vislumbrar una explicación más tangible y científica que podría cambiar nuestra comprensión sobre la vida, la muerte y todo lo que ocurre en medio.