Repensar el estrés: cómo convertirlo en aliado para la salud y el bienestar
Aunque comúnmente se asocia con algo negativo, el estrés también puede ser beneficioso si se mantiene en niveles adecuados.

CIUDAD DE MÉXICO.- El estrés es una presencia constante en la vida diaria, y aunque muchos lo asocian de inmediato con efectos negativos, especialistas invitan a reconsiderar esta visión. Según diversos estudios, no todo el estrés es dañino; de hecho, en dosis adecuadas, puede tener efectos positivos tanto a nivel físico como mental. Esta nueva perspectiva busca ampliar la comprensión de cómo funciona el estrés en nuestro cuerpo y mente.
Un fenómeno cotidiano con doble cara
La doctora Sharon Bergquist, experta en salud integral, afirma que ciertos niveles de estrés pueden abrir oportunidades de crecimiento personal. En entrevista para el pódcast Chasing Life de CNN, explicó que “sí, demasiado estrés nos perjudica, pero no lo suficiente es igual de dañino”. En otras palabras, una vida sin estrés también podría ser problemática. El secreto está en la dosis.
Este “estrés positivo” impulsa al cuerpo a liberar hormonas como la dopamina, serotonina y oxitocina, relacionadas con el bienestar, la motivación y el fortalecimiento de los vínculos sociales. Además, ayuda a mejorar habilidades y fortalece la resistencia frente a desafíos futuros, convirtiéndose en una especie de entrenamiento natural para la vida.
El lado oscuro del estrés crónico
Sin embargo, cuando el estrés se vuelve crónico, las consecuencias pueden ser graves. La doctora Leana Wen, colaboradora de CNN, explica que, ante una amenaza, el cuerpo reacciona liberando hormonas que elevan el ritmo cardíaco y la presión arterial. Aunque esta respuesta fue útil para nuestros antepasados en situaciones de peligro inmediato, vivir en un estado constante de alerta puede generar problemas de salud.
Entre las consecuencias más comunes del estrés prolongado se encuentran la ansiedad, la hipertensión y un sistema inmunológico debilitado. La activación constante del llamado estado de “lucha o huida” deja al cuerpo agotado, aumentando el riesgo de enfermedades físicas y trastornos emocionales. Por eso, identificar estos signos a tiempo y buscar apoyo puede marcar la diferencia.
Encontrar un “punto óptimo” de estrés, como lo llaman algunos investigadores, es fundamental. Este equilibrio permite mantenernos activos y motivados, sin caer en la sobrecarga. Según un estudio de la Universidad de Georgia, los niveles bajos o moderados de estrés pueden incluso mejorar la memoria de trabajo y el rendimiento mental en contextos laborales y académicos.
Claves para una gestión saludable
Diversos enfoques pueden ayudar a mantener el estrés dentro de un rango saludable. La Clínica Mayo recomienda técnicas como la meditación, el ejercicio físico regular y una alimentación equilibrada. Por su parte, CNN sugiere incorporar ejercicios de respiración profunda y dedicar tiempo al autocuidado personal para aliviar los síntomas del estrés.
“El ejercicio es muy efectivo para controlar el estrés. Reduce las hormonas dañinas y aumenta las endorfinas, que nos hacen sentir bien”, comenta la doctora Wen. Además, salir de la zona de confort de forma controlada puede reforzar la conexión mente-cuerpo, según Sharon Bergquist. Estas prácticas no solo previenen el agotamiento, sino que también fortalecen la resiliencia.
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Por último, es importante reconocer que el estrés positivo, cuando se maneja adecuadamente, puede convertirse en una herramienta valiosa. Actividades placenteras, contacto con la naturaleza, relaciones sociales sólidas y la búsqueda de apoyo profesional cuando sea necesario, son piezas clave para enfrentar los desafíos del día a día sin comprometer la salud mental ni física.
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