Nueva evidencia cuestiona la idea de que el matrimonio protege contra la demencia
Contrario a investigaciones previas, los solteros tienden a mantener redes sociales más activas y estilos de vida más saludables, lo que podría proteger su salud cognitiva.

CIUDAD DE MÉXICO.- Durante mucho tiempo se creyó que estar casado contribuía a una mejor salud mental y física en la vejez. Estudios anteriores han vinculado el matrimonio con una mayor estabilidad emocional y un menor riesgo de enfermedades como la depresión. Por el contrario, la soledad ha sido considerada un factor de riesgo importante para diversos padecimientos, incluido el deterioro cognitivo.
Un hallazgo que sorprende a la ciencia
Sin embargo, una investigación reciente realizada por la Universidad Estatal de Florida, en Estados Unidos, presenta una perspectiva diferente. Tras analizar durante 18 años a más de 24,000 adultos mayores, con una edad promedio de casi 72 años, los investigadores concluyeron que las personas solteras —incluyendo viudos, divorciados y quienes nunca se casaron— tienen menor riesgo de desarrollar demencia que los casados.
La doctora Selin Karakose, autora principal del estudio publicado en la revista Alzheimer’s & Dementia, explicó:
Contrariamente a la creencia generalizada, encontramos que los adultos mayores casados presentaron un mayor riesgo de demencia en comparación con quienes estuvieron o siguen solteros.
¿Por qué los solteros tienen menor riesgo?
Uno de los hallazgos más llamativos del estudio fue que las personas que nunca se casaron presentaron el riesgo más bajo de demencia, aunque la diferencia con otros grupos solteros no fue significativa. Además, este patrón se observó tanto en hombres como en mujeres y en diferentes rangos de edad avanzada.
De acuerdo con los investigadores, esto podría estar relacionado con las redes sociales y los estilos de vida. Las personas solteras tienden a socializar más, mantener vínculos cercanos con amigos o vecinos y participar en actividades saludables, lo que podría proteger su salud cognitiva. En cambio, quienes están casados podrían tener interacciones sociales menos frecuentes o de menor calidad.
Los datos también revelan que el 20,1% de los participantes desarrolló demencia. Dentro del grupo de casados, el 21,9% fue diagnosticado, al igual que los viudos. En contraste, los divorciados tuvieron una tasa del 12,8%, y los nunca casados del 12,4%.
Más allá del estado civil: calidad de vida y vínculos sociales
Aunque el estudio no establece causas definitivas, sugiere que el estilo de vida y las conexiones personales podrían ser más importantes que el estado civil por sí solo. Los investigadores también destacaron que las personas casadas podrían estar expuestas a factores estresantes como el cuidado de la pareja o una mayor carga emocional, lo que podría impactar negativamente en su salud mental a largo plazo.
En contraste, investigaciones previas, como la de Elizabeth M. Lawrence en 2019, habían indicado que el matrimonio podía ser un factor protector, pero siempre y cuando la relación fuera de buena calidad. Es decir, no se trata solo de estar acompañado, sino de que esa compañía sume bienestar.
Incluso se ha sugerido que el divorcio puede tener efectos positivos en ciertos casos. Una investigación reciente de Hanes y Clouston encontró que separarse de una pareja insatisfactoria podría frenar el deterioro cognitivo, posiblemente por el alivio del estrés y el fortalecimiento de la autonomía personal.
Consideraciones finales y preguntas abiertas
Si bien este nuevo estudio aporta una visión innovadora, también presenta algunas limitaciones. Los participantes fueron voluntarios provenientes del Centro Nacional de Coordinación del Alzheimer (NACC) en EE. UU., lo que significa que la muestra no necesariamente representa a toda la población, ya que predominaban personas blancas y casadas.
Además, el estudio no consideró factores importantes como el nivel de estrés financiero o la calidad de las redes sociales, elementos que podrían influir significativamente en la salud cognitiva. Por ello, los autores subrayan la necesidad de seguir investigando más allá del simple hecho de estar o no casado.
Finalmente, los investigadores sugieren que futuras investigaciones deberían enfocarse en cómo influyen aspectos como la duración de la relación, las transiciones postmatrimoniales y el apoyo social real, para comprender mejor el vínculo entre el estado civil y la demencia. Mientras tanto, este estudio deja una reflexión clave: más allá del matrimonio, lo importante es la calidad de los vínculos humanos y el cuidado de la salud mental a lo largo de la vida.
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