Día Internacional del Beso 2025; ¿cuáles son los beneficios de besar?
El beso, más que una simple muestra de afecto, tiene efectos positivos en la salud.
CIUDAD DE MÉXICO.- Con motivo del Día Internacional del Beso, que se celebra cada 13 de abril, la investigadora Nora Alma Fierro González, del Instituto de Investigaciones Biomédicas (IIBO) de la UNAM, compartió hallazgos interesantes sobre los efectos positivos de esta práctica cotidiana. Según explicó, besar no solo es una expresión de afecto o pasión, sino también un acto biológico que desencadena complejos procesos físicos, neurológicos y endocrinos.
El beso: una muestra de cariño que también cuida la salud
Entre los beneficios más destacados está su impacto en el sistema cardiovascular. Fierro González señaló que besar incrementa la frecuencia cardiaca, dilata los vasos sanguíneos y mejora la oxigenación de la sangre, lo que ayuda a regular la presión arterial y reduce el riesgo de hipertensión. Este efecto convierte al beso en una herramienta inesperada para cuidar el corazón.
Desde el primer contacto de los labios, el cuerpo experimenta una reacción química que se podría comparar con una “vacuna emocional”. Esta cascada de reacciones no solo activa al cerebro, sino también al sistema inmune, lo cual puede tener beneficios que van mucho más allá de lo emocional.
Fortalece defensas y conecta microbiotas
Otro de los puntos que resaltó Fierro González es que besar también puede fortalecer nuestras defensas. Esto ocurre gracias a la activación del eje neuroendocrino-inmunológico, donde interactúan el cerebro, las hormonas y el sistema inmune. Durante un beso, el cuerpo libera citocinas, sustancias que regulan la inflamación y ayudan a disminuir el riesgo de alergias.
Además, besar fomenta el intercambio de microbiota, es decir, bacterias benéficas presentes en la saliva, lo que puede beneficiar la salud inmunológica dependiendo de cada individuo. Esta idea se relaciona con la teoría de la higiene, que sugiere que el contacto con microorganismos fortalece nuestras defensas. Un estudio publicado en 2014 reveló que en un beso de solo 10 segundos se pueden intercambiar hasta 80 millones de bacterias.
Sin embargo, los beneficios dependen del tipo de beso y del contexto. Por ejemplo, un beso cariñoso entre madre e hijo libera oxitocina, relacionada con el apego, mientras que un beso pasional eleva la dopamina, vinculada al placer. En ambos casos, el cuerpo reacciona generando sensaciones que pueden influir en el bienestar emocional y físico.
Una herramienta para calmar y reconectar
Más allá de lo físico, los besos también impactan en la parte emocional y mental. Gabriel Gutiérrez Ospina, también del IIBO, explicó que besar activa un circuito cerebral que involucra al sistema límbico, la amígdala, el hipocampo y la corteza prefrontal. Cuando se da en un contexto seguro y amoroso, este circuito ayuda a reducir el miedo y el estrés, llevando al cuerpo a un estado de mayor calma.
Si una persona está alterada por ansiedad o enojo, la frecuencia cardiaca se eleva y la amígdala se activa, enviando señales de alarma. Un beso, en ese momento, puede actuar como un calmante natural: reduce la activación visceral y permite que la corteza frontal recupere el control emocional. Este proceso ocurre sin que seamos conscientes de ello, pero tiene efectos reales.
Gutiérrez Ospina también destacó que hay distintos tipos de beso: el afectivo, el familiar, el erótico, y que el significado de cada uno depende del contexto y las experiencias personales. Un simple beso puede reconfortar, activar recuerdos de la infancia y convertirse en una forma de sanar o reconectar con los demás. Por eso, celebrar el Día del Beso es más que un gesto simbólico: es reconocer la importancia del afecto en la vida cotidiana.