¿Yogurt griego o yogurt normal, cuál es mejor para ti?

Hoy en día, encontrarse con decenas de versiones de yogurt en el supermercado es algo cotidiano. Este alimento se ha convertido en un básico de la despensa por sus beneficios nutricionales y su versatilidad en la cocina. Pero cuando llega el momento de elegir entre yogurt griego o yogurt normal, muchas personas se preguntan: ¿cuál es mejor? Aunque ambos comparten un origen común —la fermentación de la leche con cultivos bacterianos— hay diferencias clave que pueden ayudarte a tomar una decisión más informada.

1. El poder de la proteína

Una de las principales razones por las que muchas personas optan por el yogurt griego es su contenido proteico. Al pasar por un proceso de filtración adicional, el yogurt griego pierde parte del suero (el líquido que se separa de la leche), lo que concentra aún más sus nutrientes, especialmente la proteína. Esto lo convierte en una excelente opción para quienes siguen un estilo de vida activo o buscan aumentar masa muscular. En comparación, el yogurt normal ofrece la mitad de proteína por porción.

2. El detalle que marca la diferencia: la filtración

Ambos tipos de yogurt se elaboran a partir de leche fermentada, pero el griego pasa por un paso adicional: la filtración. Este proceso elimina parte del suero líquido, lo que resulta en una textura más espesa y un sabor más ácido y menos dulce. Por el contrario, el yogurt normal se enfría y se envasa justo después de la fermentación, conservando ese líquido extra que lo hace más ligero.

3. Textura y sabor para todos los gustos

El yogurt normal suele tener un sabor más dulce y una textura más ligera. Es común encontrarlo en presentaciones saborizadas con frutas como fresas, duraznos o incluso con nueces. Además, existen versiones bebibles que son prácticas y populares para desayunos rápidos o meriendas.El yogurt griego, por su parte, es más denso y cremoso. Su sabor es ligeramente ácido, lo que lo hace ideal para quienes prefieren opciones menos dulces o buscan reducir su consumo de azúcar.

4. ¿Cómo usarlos en la cocina?

La textura firme del yogurt griego lo vuelve perfecto para recetas saladas y dulces. Funciona como base de dips, salsas, aderezos y puede reemplazar a la crema agria o la mayonesa en platillos más ligeros. En repostería, mejora la consistencia de postres como cheesecakes o mousses.El yogurt normal, en cambio, es ideal para mezclar con cereales, frutas o miel. Su dulzura lo hace un buen acompañante para smoothies y licuados, y puede equilibrar sabores más ácidos como los de los frutos rojos o cítricos.

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Ambas versiones tienen su lugar en una dieta equilibrada. El yogurt griego puede ser la mejor opción si buscas más proteína y menos azúcar, mientras que el yogurt normal aporta una textura más suave y un sabor más dulce que puede resultar ideal para ciertos momentos del día. La clave está en saber qué necesitas y cómo planeas incorporarlo a tus comidas.

¿Lo mejor? No tienes que elegir solo uno. Puedes disfrutar de ambos, según lo que te pida tu cuerpo… o tu receta.

Con información de Gourmet de México.