Nuevos estudios descubren vínculo con la insuficiencia cardíaca y la pérdida de la audición
Un estudio publicado en la revista Heart reveló una conexión significativa entre la pérdida de audición y la insuficiencia cardíaca.
CIUDAD DE MÉXICO.- Aunque a simple vista la salud del corazón y la capacidad auditiva pueden parecer temas sin conexión, una nueva investigación sugiere lo contrario. Un estudio publicado en la revista Heart reveló que la pérdida de audición podría ser una señal temprana de insuficiencia cardíaca, lo que plantea nuevas formas de prevenir y tratar las enfermedades cardiovasculares.
Un hallazgo que cambia la perspectiva médica
Science Focus reportó que este vínculo podría modificar la manera en que los médicos evalúan los riesgos cardíacos, al incorporar la audición como un factor relevante. El hallazgo destaca la necesidad de considerar la salud auditiva no solo como un tema aislado, sino como parte de un enfoque integral para cuidar el corazón.
La insuficiencia cardíaca afecta a más de 60 millones de personas en el mundo. Esta condición se produce cuando el corazón no puede bombear sangre con eficacia, provocando síntomas como cansancio extremo, falta de aire y retención de líquidos. Hasta ahora, los factores más conocidos eran la hipertensión, la obesidad y la enfermedad coronaria, pero este estudio añade una nueva pieza al rompecabezas.
Estudio a gran escala respalda la conexión
Para entender esta relación, investigadores analizaron los datos de más de 160,000 personas del Biobanco del Reino Unido. Al comenzar el estudio, ninguno de los participantes había sido diagnosticado con insuficiencia cardíaca. A través de pruebas específicas como la DTT (Tríos de Dígitos) y el SRT (Umbral de Recepción del Habla), se evaluó la capacidad auditiva de cada uno.
Con base en los resultados, se clasificó a los individuos en tres grupos: audición normal, audición insuficiente y pérdida auditiva severa. Después de 11.5 años de seguimiento, casi el 3% de los participantes desarrollaron insuficiencia cardíaca. Lo más llamativo fue que quienes tenían audición insuficiente presentaron un 15% más de riesgo, y los que sufrían una pérdida auditiva grave, hasta un 28% más.
Un dato relevante es que los usuarios de audífonos mostraron un riesgo similar al de las personas con audición deficiente. Esto indica que, aunque estos dispositivos mejoran la audición, no necesariamente previenen los problemas circulatorios que podrían estar detrás de la insuficiencia cardíaca.
Salud auditiva como marcador preventivo
El estudio sugiere que la pérdida de audición puede ser más que una consecuencia del envejecimiento: podría ser una señal de advertencia de trastornos vasculares en el cuerpo. El oído interno, por su gran demanda metabólica y red capilar compleja, es especialmente sensible a los problemas circulatorios sistémicos.
Además, el deterioro auditivo afecta también el bienestar emocional. Problemas como el aislamiento social, el estrés psicológico y el aumento del neuroticismo están relacionados con mayor riesgo de insuficiencia cardíaca, según los investigadores. Esto refuerza la idea de que la salud mental y la inclusión social también juegan un papel clave en el cuidado del corazón.
Desde una mirada biológica, los investigadores explicaron que el deterioro auditivo podría reflejar un problema más generalizado en la salud vascular del cuerpo, en lugar de una afección localizada en el oído. Esta perspectiva da fuerza a la idea de integrar la salud auditiva en los exámenes clínicos de rutina para detectar riesgos cardiovasculares de forma más temprana.
Integrar la audición al cuidado del corazón
Los expertos concluyen que sería útil incluir la salud auditiva en las evaluaciones clínicas periódicas, especialmente en pacientes con factores de riesgo para enfermedades del corazón. Esta medida podría mejorar la prevención y el tratamiento, al detectar a tiempo posibles señales de insuficiencia cardíaca.
También se recomienda poner atención al estado emocional del paciente. Fortalecer las intervenciones psicológicas podría ayudar a reducir el estrés, combatir el aislamiento social y, con ello, disminuir el riesgo cardíaco. En este sentido, el bienestar mental y social se vuelve tan importante como el control de la presión arterial o los niveles de colesterol.
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Este hallazgo ofrece una nueva mirada a la medicina preventiva, al vincular el sentido de la audición con la salud del corazón. Aunque se necesita más investigación para entender los mecanismos exactos, los resultados ya invitan a médicos y pacientes a considerar un enfoque más completo y conectado para el cuidado cardiovascular.