Científicos descubren cómo la salmonela resiste en el cuerpo humano: “Siente” y aumenta su tolerancia a los antibióticos
Cada año, más de 550 millones de personas contraen infecciones por alimentos contaminados, y la salmonela es uno de los patógenos más comunes.
CIUDAD DE MÉXICO.- Cada año, más de 550 millones de personas en el mundo contraen infecciones por alimentos contaminados, y una de las bacterias más comunes responsables es la Salmonella, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Esta bacteria no solo es frecuente, sino que representa un reto constante para la medicina moderna por su capacidad de resistir condiciones adversas dentro del cuerpo humano.
Una amenaza global persistente
Una de sus estrategias más preocupantes es su habilidad para sobrevivir en células inmunológicas como los macrófagos. Estas células, que en condiciones normales destruyen a los microorganismos invasores, pueden convertirse en un escondite seguro para la salmonela. Esta habilidad complica los tratamientos, ya que la respuesta de la bacteria a los antibióticos varía según las condiciones de la infección.
Ante este panorama, un equipo de científicos de la Universidad de Yale, en Estados Unidos, liderado por el investigador argentino Eduardo Groisman, logró identificar un mecanismo que permite entender cómo esta bacteria se adapta y sobrevive en ambientes hostiles. El hallazgo fue publicado en la revista científica PNAS, de la Academia Nacional de Ciencias de ese país.
Adaptación bacteriana bajo estrés
Los investigadores descubrieron que la Salmonella modifica su metabolismo frente al estrés que experimenta al estar dentro del cuerpo humano, especialmente dentro de los macrófagos. Esta adaptación le permite sobrevivir y seguir multiplicándose en condiciones que normalmente serían letales para otras bacterias.
Eduardo Groisman, que lleva más de 40 años estudiando la interacción entre bacterias y mamíferos, explicó que este hallazgo podría abrir la puerta a tratamientos más eficaces. En entrevista con el medio Infobae, señaló que identificar los cambios en el metabolismo bacteriano es clave para desarrollar nuevas estrategias antimicrobianas.
El estudio utilizó macrófagos de ratón en condiciones que simulaban una infección real. Se enfocaron en manipular dos factores importantes: los niveles de magnesio y la molécula cAMP, que regula el metabolismo de las bacterias. Estos factores provocan que la salmonela cambie sus fuentes de carbono preferidas, como la glucosa, por otras como el glicerol o el gluconato.
Impacto en los tratamientos y posibles estrategias futuras
Este cambio metabólico no solo ayuda a la bacteria a sobrevivir, sino que también reduce su crecimiento. Esto representa un problema para los tratamientos actuales, ya que muchos antibióticos actúan mejor contra bacterias que se reproducen rápidamente. Por lo tanto, al disminuir su velocidad de crecimiento, la salmonela se vuelve más resistente a los medicamentos.
Groisman señaló que una solución podría ser desarrollar antibióticos que no dependan del crecimiento bacteriano para ser efectivos. Sin embargo, reconoció que es difícil imaginar un futuro donde no surjan nuevas variantes resistentes a los medicamentos actuales. Por eso, investigaciones como esta son tan valiosas para anticipar y combatir nuevas amenazas.
Además, el estudio reveló que las proteínas que la salmonela utiliza para alterar su metabolismo también existen en otras bacterias patógenas. Esto abre la posibilidad de aplicar el conocimiento adquirido para estudiar y combatir otros microorganismos similares que afectan la salud humana.
Prevención: la mejor defensa contra la salmonela
La salmonela es responsable de enfermedades como la salmonelosis no tifoidea, que se transmite a través del consumo de alimentos contaminados, como carne cruda, huevos poco cocidos, productos lácteos no pasteurizados o vegetales mal lavados. Sus síntomas incluyen fiebre, vómito, diarrea y calambres abdominales, y suelen durar entre cuatro y siete días.
En la mayoría de los casos, la enfermedad se resuelve sin antibióticos, pero puede causar complicaciones graves en niños pequeños, adultos mayores y personas con sistemas inmunes debilitados. Por ello, la prevención juega un papel fundamental en el control de esta enfermedad.
La Asociación Argentina de Microbiología recomienda mantener la higiene en utensilios y superficies de cocina, lavarse las manos con frecuencia, proteger los alimentos del contacto con animales e insectos, y evitar el consumo de productos crudos si se pertenece a un grupo de riesgo. También es importante consumir agua potable, leche pasteurizada y revisar la fecha de vencimiento de los huevos.
Un hallazgo que impulsa nuevas investigaciones
Expertos como Eleonora García Vescovi, directora del grupo de patogénesis bacteriana del Instituto de Biología de Rosario, destacaron la importancia del estudio. Según explicó, la carencia de magnesio es una señal para la bacteria de que se encuentra en el interior de una célula, lo que la lleva a producir factores de virulencia y a cambiar su forma de alimentarse.
García Vescovi enfatizó que los descubrimientos básicos como este son esenciales para el desarrollo de tratamientos alternativos a los antibióticos tradicionales. Aunque no participó en la investigación de Yale, considera que estos avances pueden abrir caminos para combatir a otros patógenos de forma más efectiva.
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En conclusión, el estudio no solo aporta una mejor comprensión sobre el comportamiento de la salmonela, sino que también podría servir como base para mejorar la respuesta médica frente a infecciones bacterianas resistentes. Una vez más, la ciencia básica se posiciona como el punto de partida para enfrentar los desafíos más complejos en salud pública.