Descubren villa romana bajo el lago Fusaro gracias a un fenómeno geológico
El hallazgo fue posible gracias al bradisismo, un fenómeno geológico que eleva lentamente el terreno.
ITALIA.- En Bacoli, una pequeña localidad cercana a Nápoles, Italia, salieron a la luz los restos de una antigua villa romana que llevaba más de dos mil años oculta bajo el lago Fusaro. El hallazgo fue posible gracias al bradisismo, un fenómeno geológico que eleva gradualmente el terreno y dejó al descubierto parte de las estructuras sumergidas. Según explicó el alcalde de Bacoli, Josi Gerardo Della Ragione, las ruinas corresponden a muros y habitaciones de la época imperial, posiblemente parte de una lujosa residencia similar a otras descubiertas en la región.
Un hallazgo impulsado por el movimiento del suelo
Este descubrimiento ha despertado gran interés tanto local como internacional, debido a su conexión con la historia romana y a la singularidad del proceso que lo hizo posible. La zona donde se encuentran los restos ya había sido reconocida por su riqueza arqueológica, especialmente por su cercanía con Baia, una antigua ciudad romana parcialmente sumergida que hoy funciona como parque arqueológico submarino.
Las primeras imágenes compartidas por el alcalde muestran bloques de piedra y estructuras bien definidas que estaban bajo el agua. El hallazgo se encuentra cerca de las llamadas Grutas del Agua, un complejo termal romano, lo que sugiere que la villa también contaba con baños privados, una característica común en las residencias de la élite romana.
El bradisismo: una fuerza geológica reveladora
El fenómeno responsable de este descubrimiento es el bradisismo, que ocurre en zonas volcánicas activas como los Campos Flégreos, donde se encuentra Bacoli. Este movimiento consiste en el ascenso o descenso lento del suelo por la presión de gases y magma subterráneos. En el caso del lago Fusaro, el terreno ha subido 138 centímetros desde 2005, con 20 de ellos registrados solo en 2024, según el Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología de Italia.
Estos cambios de nivel no solo modifican el paisaje, sino que también tienen la capacidad de dejar al descubierto estructuras que estuvieron bajo el agua durante siglos. El lago Fusaro, que originalmente era una laguna conectada al mar Mediterráneo, fue aislado por una franja de tierra y transformado en un entorno casi cerrado, donde el agua se retiró paulatinamente con el ascenso del suelo.
Durante la época imperial romana, este lugar fue un destino de descanso para emperadores y aristócratas. Su cercanía con aguas termales y su clima suave lo convirtieron en un sitio ideal para construir villas de recreo, muchas de las cuales fueron tragadas por el terreno cuando el bradisismo provocó su hundimiento en siglos posteriores.
Patrimonio bajo amenaza natural
Hoy en día, la región de los Campos Flégreos no solo es un tesoro arqueológico, sino también un foco de vigilancia por parte de científicos y autoridades. El mismo fenómeno que ahora saca a la luz estas ruinas también podría advertir sobre una posible reactivación volcánica, ya que el ascenso acelerado del terreno puede estar vinculado a una acumulación de presión magmática.
Por esta razón, las autoridades italianas han incrementado las medidas de monitoreo y prevención, ante el riesgo de una erupción volcánica que podría afectar a millones de personas que habitan la zona. Aunque no todos los episodios de bradisismo terminan en una erupción, sí se consideran señales de actividad que deben ser tomadas en cuenta.
Mientras tanto, arqueólogos y expertos trabajan para estudiar y preservar los restos emergidos en Bacoli. Este hallazgo no solo enriquece el conocimiento sobre la vida en la antigua Roma, sino que también recuerda cómo la historia puede emerger, literalmente, del suelo que pisamos.