Una mujer crea el primer arrecife funerario del mundo luego de que le prohibieran esparcir las cenizas de su padre en el mar
Su propuesta combina ciencia, ecología y memoria, ofreciendo una alternativa respetuosa con el medio ambiente y profundamente emotiva.
CIUDAD DE MÉXICO.- María Dolores Velasco, conocida como Mariló, es la primera empresaria andaluza dedicada a fabricar Santuarios de Arrecifes Ecológicos, una propuesta que está revolucionando la manera en que se despide a los seres queridos. Su empresa, Valkyrias del Mar, nació de una historia profundamente personal, marcada por el amor al mar que compartía con su padre, Enrique. “Uno de mis primeros recuerdos es estar estudiando con el mar de fondo”, recordó Mariló, quien creció junto a la costa y afirma que alejarse del mar le hace sentir como si “secaran sus escamas”.
Del mar a la memoria: el origen de una idea innovadora
La semilla de este proyecto nació con el último deseo de su padre, quien pidió descansar en el mar, pero sin infringir la ley. Su comentario antes de morir —“no me tires como basura en la noche”— impulsó a Mariló a investigar por qué en España estaba prohibido esparcir cenizas al mar. La razón la encontró en un hecho ocurrido en 1992, cuando, durante los preparativos de los Juegos Olímpicos de Barcelona, se descubrieron más de cuatro toneladas de urnas metálicas en el fondo marino. Este impacto ambiental llevó a imponer regulaciones estrictas.
En lugar de rendirse, Mariló buscó una alternativa legal y ecológica. Con ayuda de un biólogo ambientalista, comenzó diseñando urnas biodegradables que permitieran una despedida respetuosa y sostenible. Desde entonces, ha acompañado a muchas familias en rituales íntimos realizados a bordo de embarcaciones decoradas con flores, música y objetos personales del ser querido, creando una conexión emocional única con el mar.
Arrecifes con alma: cenizas que se convierten en vida
Consciente de que algunas familias necesitaban un espacio físico para recordar a sus seres queridos, Mariló dio un paso más: la creación de arrecifes ecológicos. En colaboración con la Universidad del Mar de Cádiz, desarrolló estructuras que integran las cenizas en materiales biodegradables, capaces de convertirse en hábitats marinos. “Es un nuevo concepto de inhumación submarina que ayuda a regenerar el fondo del mar”, explicó la empresaria.
Estos santuarios no solo cumplen una función simbólica, también tienen un impacto ecológico. Las estructuras están diseñadas con cavidades que permiten la circulación del agua y facilitan que se alojen peces y otras formas de vida marina. Cada familia que contrata el servicio adquiere un espacio marino similar a un nicho tradicional, pero con el valor agregado de contribuir activamente a la biodiversidad del océano.
El proceso completo es documentado con un protocolo audiovisual, desde la llegada de las cenizas hasta su integración en el arrecife. A veces se incluyen objetos personales o mensajes, lo que permite a las familias participar emocionalmente en la construcción del recuerdo. Posteriormente, los arrecifes son transportados al mar, donde un robot submarino graba en vivo el despliegue para que los familiares lo presencien desde una embarcación cercana.
Un nuevo modelo funerario con conciencia ecológica
La propuesta de Valkyrias del Mar no solo transforma la manera de despedirse, sino que cuestiona las prácticas tradicionales del sector funerario. Frente a métodos que implican alta contaminación y consumo de espacio, este modelo plantea una alternativa respetuosa con el medio ambiente. Aunque aún no se le reconoce oficialmente como “camposanto”, Velasco está trabajando para obtener ese estatus legal para sus santuarios submarinos.
Cada arrecife, más que una tumba, es una estructura de vida. Las cenizas se mezclan con materiales que fomentan el desarrollo de flora y fauna marina, creando un legado que trasciende la muerte. Así, las familias pueden regresar al sitio, bucear en sus cercanías o simplemente saber que, bajo esas aguas, su ser querido sigue formando parte del ciclo natural.
Con una visión que une tradición, sostenibilidad y tecnología, Mariló Velasco está cambiando la forma en que se vive el duelo y se honra la memoria. “No es solo un homenaje ecológico”, dijo, “es una forma de volver al origen con dignidad, respeto y belleza”. Y así, del dolor nace una esperanza que flota y se enraíza, entre corales, peces y olas.