El beso entre la pasión y la controversia en el universo de Picasso

Le Baiser (El Beso) de Pablo Picasso ocupa un lugar especial. Muchos lo consideran uno de los mejores besos representados en la historia de la pintura, aunque, como en la vida real, el gusto por un beso depende siempre de quien lo contempla. Y en el arte, no hay crítica más válida que la propia emoción del espectador.

Realizado en óleo sobre lienzo y con unas dimensiones de 97×130 cm, Le Baiser forma parte de la colección del Museo Picasso en París. Más allá de la discusión sobre su calidad estética o su impacto emocional, la obra tiene un peso indiscutible dentro del universo creativo de Picasso.

El artista tenía 88 años cuando pintó este beso, poco tiempo antes de su muerte. A pesar de su edad, su libido y su impulso vital seguían muy presentes. Picasso se veía a sí mismo como un minotauro: fuerte, instintivo y profundamente apasionado. Esta figura mitológica, medio hombre y medio toro, no solo representa la fuerza física, sino también una sensualidad intensa que Picasso trasladó a sus lienzos.

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En Le Baiser, el espectador se encuentra frente a una escena cargada de dramatismo. Los labios de los amantes no solo se unen, sino que parecen fundirse en una única masa, sellando una conexión física y emocional casi violenta. Ella, retorcida de pasión, muestra una expresión donde amor y admiración se entrelazan, mientras el “odioso minotauro” —como algunos han llamado al propio Picasso en sus últimos años— reafirma su eterna imagen de conquistador.

Es importante señalar que la historia detrás del cuadro invita a reflexionar sobre la compleja relación entre la obra y su creador. Separar al artista de su arte no siempre es sencillo, especialmente cuando su vida personal genera controversias, como ocurre en el caso de Picasso. Sin embargo, desde un enfoque puramente artístico, su legado sigue siendo inmenso. Obras como Guernica y, en menor medida, este beso, dan testimonio de su genio innegable.

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Le Baiser no es solo un beso. Es una declaración final de deseo, una fusión entre amor, arte y mito en la etapa crepuscular de uno de los grandes maestros del siglo XX.

Con información de HA!