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Cuando el Atlántico se desbordó: la historia del mayor diluvio en la Tierra que creó el mar Mediterráneo

Los científicos llaman a este periodo la Crisis de Salinidad del Messiniense.

Cuando el Atlántico se desbordó: la historia del mayor diluvio en la Tierra que creó el mar Mediterráneo

Hace más de cinco millones de años, la cuenca del Mediterráneo era un paisaje árido, sofocado por el calor y cubierto de sal. Lejos de parecerse al mar azul y sereno que hoy conocemos, este lugar había sido desconectado del Atlántico por la formación de una cordillera en el estrecho de Gibraltar. Sin la entrada constante de agua, el mar se evaporó lentamente, dejando atrás solo lagos salobres y desiertos de yeso. Los científicos llaman a este periodo la Crisis de Salinidad del Messiniense, una de las transformaciones más drásticas en la historia geológica del planeta.

Pero todo cambió de forma dramática y definitiva hace unos 5.3 millones de años, cuando un pequeño hilo de agua comenzó a fluir desde el Atlántico sobre la montaña que lo separaba del Mediterráneo. La cordillera, erosionada y hundiéndose poco a poco, finalmente cedió. Lo que siguió fue un evento colosal: una corriente que se transformó en una inundación gigantesca, con un caudal que llegó a ser entre 68 y 100 millones de metros cúbicos por segundo. Fue, según los expertos, el mayor diluvio jamás registrado en la historia de la Tierra.

Una cascada treinta veces más alta que el Niágara

La velocidad del agua alcanzó los 32 metros por segundo, generando vientos comparables a los de una tormenta tropical. A su paso, arrastró sedimentos, alteró el paisaje, y causó terremotos al presionar la corteza terrestre. El agua avanzó hasta encontrarse con un segundo muro natural: el Escarpe de Malta. Allí, se formó la que probablemente haya sido la mayor cascada de todos los tiempos, con una caída de 1.5 kilómetros de altura, unas 30 veces la altura del Niágara.

Este episodio es conocido como la megainundación Zancliense, y fue tan poderoso que transformó para siempre la geografía y la ecología de la región. El mar Mediterráneo se rellenó en un periodo que pudo durar entre dos y dieciséis años. Un suspiro en términos geológicos.

¿Qué quedó de la vida anterior?

Antes de la sequía, el Mediterráneo era hogar de una fauna diversa, incluyendo tiburones antiguos, focas, peces y coloridos corales. Sin embargo, de las aproximadamente 780 especies marinas que habitaban allí, solo 86 lograron sobrevivir. Estas lo hicieron refugiándose en los últimos cuerpos de agua que quedaron aislados durante la sequía. La repentina llegada del agua no fue una bendición inmediata: el nuevo mar era demasiado salado y pobre en nutrientes como para permitir una recolonización rápida.

Según la geóloga Konstantina Agiadi, pasarían milenios antes de que nuevas especies lograran establecerse, y hasta el día de hoy el Mediterráneo conserva una salinidad mayor que la del Atlántico.

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Además de ofrecernos una visión fascinante del pasado remoto, el estudio de la megainundación Zancliense podría ayudarnos a entender los efectos futuros del cambio climático. “Este evento es un experimento natural”, explica Agiadi. Al igual que el Mediterráneo, el planeta puede transformarse y adaptarse, pero nunca volverá a ser exactamente como antes. La pérdida de especies o ecosistemas no siempre es reversible, incluso cuando las condiciones mejoran.

Con información de Natgeo.

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