En 2023, la Tierra temblaba cada 90 segundos y nadie sabía por qué; años después, han resuelto el misterio

CIUDAD DE MÉXICO.- Durante nueve días de septiembre de 2023, y de nuevo en octubre, la Tierra pareció latir como un reloj sísmico. Cada minuto y medio, una vibración de baja frecuencia recorría el planeta entero. A simple vista, o más bien al oído humano, nada parecía ocurrir. Pero los sismógrafos registraban una señal repetitiva, que desconcertó a los expertos: no era un terremoto, ni una explosión, ni tenía patrón conocido.

La Tierra vibraba cada 90 segundos y nadie sabía por qué

La respuesta llegó meses después, gracias a una combinación de datos satelitales y modelos numéricos. El misterio tenía su origen en el Dickson Fjord, un remoto fiordo del noreste de Groenlandia, donde dos enormes deslizamientos de tierra, ocurridos los días 16 de septiembre y 11 de octubre de 2023, provocaron mega-tsunamis de hasta 200 metros de altura. Y lo más extraordinario no fue su tamaño, sino lo que provocaron después.

El eco de un megatsunami que recorrió el mundo

En vez de disiparse, las olas comenzaron a rebotar dentro del fiordo como si se tratara de una bañera gigante. Este fenómeno, conocido como seiche, generó un vaivén de agua atrapado por la forma del fiordo, que golpeaba repetidamente las paredes como un tambor. Con cada impacto, se emitían ondas sísmicas que atravesaban la corteza terrestre, generando las vibraciones globales observadas.

Espectáculos

¿Nueva canción o próximo álbum? Sabrina Carpenter deja pistas ocultas en misteriosos anuncios espectaculares

Lo que hacía este caso único era su fuerza y duración. Las ondas provocadas por el seiche fueron tan potentes que podían detectarse a miles de kilómetros. Aunque la hipótesis era prometedora, faltaban pruebas. No hubo testigos directos, y las observaciones terrestres eran limitadas. Fue entonces cuando un satélite proporcionó la pieza clave.

El satélite SWOT (Topografía de las Aguas Oceánicas Superficiales), lanzado en 2022 por la NASA y la agencia espacial francesa CNES, ofreció imágenes detalladas del nivel del mar en el fiordo. Con precisión milimétrica, detectó cómo el agua oscilaba en direcciones opuestas cada pocos días. Era la firma exacta de un seiche persistente. El misterio estaba resuelto: Groenlandia había hecho latir al planeta.

Un nuevo tipo de fenómeno impulsado por el cambio climático

Gracias al análisis de estas mediciones y a modelos computacionales, los científicos calcularon que el primer seiche generó una presión horizontal equivalente a 500 Giganewtons, algo así como el golpe constante de una masa de agua del tamaño de un edificio cada 90 segundos. Todo esto ocurrió sin consecuencias visibles más allá del fiordo, como si se tratara de un cataclismo silencioso.

Este fenómeno pudo ocurrir por la combinación de tres factores: el derretimiento acelerado del glaciar cercano, la configuración geográfica del fiordo y el tamaño de los deslizamientos. Y aunque fue un evento aislado, los investigadores advierten que, con el avance del cambio climático, podrían volverse más comunes en zonas similares del planeta.

Para la comunidad científica, este descubrimiento representa una “nueva clase de extremos”: sucesos impulsados por el calentamiento global, que no se habían visto antes y que no aparecen en los modelos tradicionales. También muestra el papel crucial que tienen los satélites para monitorear regiones remotas, como el Ártico, donde hay pocos sensores terrestres.

La Tierra habla... y ahora podemos escucharla

Este hallazgo no solo resolvió un enigma, sino que también abre nuevas preguntas: ¿Cuántos fenómenos similares podrían estar ocurriendo sin que los notemos? ¿Podría presentarse un evento así en un fiordo cercano a poblaciones humanas? ¿Tenemos la tecnología suficiente para detectar estos nuevos comportamientos del planeta a tiempo?

La investigación demuestra que el planeta puede estar cambiando de formas que no percibimos a simple vista. En este caso, se necesitaron herramientas de última generación y meses de análisis para entender lo que realmente ocurrió. Pero una cosa queda clara: la Tierra está en transformación y, poco a poco, estamos aprendiendo a leer sus señales.

También podría interesarte: ¿Cuánto tiempo crees que llevan las cucarachas habitando la Tierra?

Aunque este fenómeno pasó inadvertido para la mayoría, su impacto fue global. En septiembre de 2023, la Tierra vibró cada 90 segundos durante días, sin que nadie entendiera por qué. Ahora lo sabemos: fue un latido silencioso nacido en un rincón helado del planeta. Y ese pulso, aunque invisible, nos recuerda que vivimos en un mundo tan frágil como interconectado.