¿Eres "morning person"? Tal vez tengas genes "neandertales"

REINO UNIDO.- Levantarse temprano podría tener raíces en nuestros ancestros neandertales, según un estudio reciente. La genética neandertal y el proceso de introgresión han dejado una marca en nuestros hábitos circadianos, moldeando nuestra rutina diaria.

La teoría del origen africano sostiene que gran parte de nuestra estructura genética proviene de los ancestros que emigraron de África. La introgresión, un proceso de variación genética mediante el apareamiento con líneas evolutivas diferentes, ha desempeñado un papel fundamental en la adopción de nuestros hábitos diarios. Esta influencia genética proviene principalmente de homínidos como los Neandertales y Denisovanos.

Según el estudio, nuestros hábitos circadianos, como la duración del sueño y la vigilia, tienen sus raíces en la genética neandertal. El análisis de los cronotipos actuales ha permitido entender por qué algunas personas tienden a despertarse temprano de manera natural. La alineación temprana del sueño con las señales de tiempo externas se correlaciona con un ritmo acelerado de la red génica circadiana, según la investigación.

La introgresión también explica cómo la adaptación a entornos geográficos diversos guarda relación con las actividades matutinas. Cuando los homínidos migraron a distintos continentes, las variaciones en la exposición a la luz diurna llevaron a modificaciones en la estructura genética. Este proceso, influido por la introgresión, ha dejado un legado genético que persiste en nuestra propensión a ser matutinos.

La genética no solo arroja luz sobre la herencia de enfermedades, sino que también nos ayuda a comprender nuestro estilo de vida actual y sus consecuencias. Investigaciones como la de Genome Biology and Evolution son fundamentales para entender cómo la evolución humana frente a presiones ambientales ha influido en nuestros fenotipos actuales. Además, conocer la genética es una oportunidad para perfeccionarla, identificando carencias en los entornos modernos y comparándolas con las adaptaciones de nuestros ancestros.

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Estudios recientes respaldan la idea de que el material genético heredado de los neandertales contribuye a la tendencia de algunas personas a ser madrugadoras. El análisis de 246 genes circadianos ha revelado variantes genéticas específicas vinculadas al despertar temprano. Aunque los genes neandertales tienen un impacto limitado, han influido en la adaptabilidad de nuestros relojes biológicos, especialmente en regiones de latitudes más altas.

El estudio plantea nuevas preguntas sobre cómo las variantes genéticas neandertales afectan a poblaciones humanas modernas más diversas y cómo estas variantes pueden influir en otros rasgos adaptativos. La investigación destaca la importancia de comprender la conexión entre nuestra genética y nuestro comportamiento diario para obtener una visión más completa de nuestra evolución y mejorar nuestra calidad de vida.