Las vitaminas son esenciales para evitar la ansiedad
Para un óptimo funcionamiento mental, su adecuada asimilación sirve como coadyuvante contra la ansiedad. ¿Cuáles son las más recomendadas? En esta oportunidad lo detallamos.
¿Sabías que hay vitaminas que pueden servir como coadyuvantes para tratar la ansiedad? Estos micronutrientes tienen funciones esenciales en la salud mental, y junto con ejercicios de relajación y otras estrategias serán útiles para reducir la sintomatología de esta condición.
En la actualidad, la ansiedad es un trastorno común en la sociedad. Según la Asociación de Ansiedad y Depresión de América afecta a 40 millones de adultos en los Estados Unidos y menos de la mitad reciben un tratamiento. Además, tiende a presentarse con más frecuencia en las mujeres.
Ahora bien, su tratamiento debe ser individualizado, ya que cada caso tiene su origen en diversos factores. No obstante, en general, algunas vitaminas parecen tener efectos positivos para su manejo. En el siguiente espacio te contamos por qué son útiles.
¿Cómo se presenta la ansiedad?
En general, la ansiedad se desarrolla en respuesta a situaciones estresantes de la vida cotidiana, como por ejemplo la tensión laboral o académica. Sin embargo, muchas veces puede ser el resultado de alguna enfermedad física o mental previa. Asimismo, sus manifestaciones se experimentan a nivel cognitivo, fisiológico y psíquico.
Dicho trastorno activa diversos mecanismos corporales que disponen al paciente a la «huida» cuando está ante una situación de peligro. También altera aspectos de la vida diaria y genera ciertos síntomas que afectan la calidad de vida. Esto puede incluir lo siguiente:
- Falta de atención, concentración y memoria.
- Palpitaciones.
- Sensación de ahogo.
- Insomnio.
- Sudoración.
- Temblor o mareos.
- Hormigueo.
- Inquietud.
- Cefalea.
- Sensación de opresión en el tórax.
- Molestias digestivas, como diarrea.
- Irritabilidad, temores y frustración.
Vitaminas para la ansiedad
Los hábitos alimentarios en las sociedades occidentales han cambiado mucho en las últimas décadas. En consecuencia, el aporte de micronutrientes es limitado. Debido a esto, se observó una relación directa entre la aparición de trastornos de ansiedad y alteraciones del estado de ánimo a causa de una alimentación inadecuada.
En diversos estudios, como uno publicado en Nutrition Journal, se sugirió que aportar algunas vitaminas puede contribuir al alivio de los síntomas de enfermedades como las mencionadas. ¿Cuáles son las más recomendadas?
Vitaminas del complejo B
Este grupo de compuestos cumple muchas funciones corporales, una de ellas tiene que ver con la protección de la función neurológica normal. De igual forma, las que más se relacionan con dicha tarea son la piridoxina o B6, el ácido fólico o B9 y la cobalamina o B12.
A nivel cerebral colaboran en la conversión del aminoácido triptófano en serotonina. La misma, es una hormona que produce sensación de bienestar psicológico, felicidad y tranquilidad. Por lo tanto, se ha determinado que la asimilación adecuada de estas vitaminas en la sangre ayudan al manejo de la ansiedad.
Incluso, las evidencias también asocian este nutriente con cambios positivos en el estado de ánimo, control de las alteraciones del sueño y mejora de las capacidades cognitivas. Para saber si es necesario ingerir un suplemento, se recomienda hacer un análisis de sangre.
Vitamina A
La vitamina A o beta-caroteno está presente en muchos alimentos, como los vegetales de color verde, las frutas naranjas o amarillas, los huevos, la leche y otros. Algunas investigaciones sugieren que las personas con ansiedad pueden tener niveles bajos de este compuesto, y que quienes toman un suplemento del mismo se sienten mejor.
Para aportarla en cantidad suficiente, es ideal consumir sus fuentes dietéticas de forma diaria. Según National Institute of health los valores ideales para un adulto normal son 900 microgramos por mililitros en hombres y 700 en mujeres.
Vitamina E
En un estudio publicado en Indian Journal of Psychiatry se determinó que las personas que padecen ansiedad generalizada y depresión tienen niveles bajos de esta vitamina. A su vez, se encontró que luego de 6 semanas de suplementación de este compuesto, junto con betacaroteno y vitamina C, se redujo de manera significativa los síntomas de dichos trastornos.
Vitamina C
El uso de antioxidantes, como la vitamina C o ácido ascórbico, se ha relacionado con la prevención del trastorno de ánimo, como así también de la ansiedad. Aquellas personas que suelen tener niveles bajos en sangre de esta sustancia aumentan la sensación de bienestar después de consumir un suplemento vitamínico.
Incluso, para las personas que no tienen deficiencia, podría ayudar a mejorar los niveles de energía. En un estudio realizado en el año 2019, en estudiantes universitarios, se determinó que el consumo de este compuesto mejora la calidad del sueño y disminuye la prevalencia de dicha enfermedad.
¿Qué recordar sobre las vitaminas para la ansiedad?
Las vitaminas por sí solas no pueden curar la ansiedad. Sin embargo, asegurar un óptimo consumo de las mismas puede servir como coadyuvante a la hora de abordar sus síntomas. Así pues, es primordial mejorar la dieta y elegir alimentos que aporten cantidades suficientes.
También es posible optar por la suplementación, pero es conveniente consultarlo con el médico de cabecera o un nutricionista. Ambos profesionales podrán orientar sobre la cantidad diaria necesaria, según las características individuales.
Con información de Informe 21.
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