¿Por qué Australia tiene a los animales más peligrosos del mundo?

AUSTRALIA.- Cualquiera que haya visto o leído algún listado de los animales más extraños o peligrosos en todo el mundo sabrá que no resulta tan sorprendente que la mayoría de ellos sean originarios de Australia; sin embargo, no muchos saben de la razón detrás de esta tendencia tan curiosa.

Para empezar hay que tener en cuenta un par de cosas. Australia no es el territorio con más animales ponzoñosos o venenosos en el planeta, pero de acuerdo con estudios oficiales su fauna supone ser algunas de las más venenosas jamás conocidas por el ser humano.

La primera explicación surge a partir de su localización, Australia se encuentra en el continente de Oceanía, el más pequeño y alejado de todos. Muchos de sus territorios son realmente islas o regiones rodeadas por grandes masas de agua. En consecuencia, muchas de las criaturas peligrosas que llegaron al continente quedaron aisladas allí y empezaron a ocupar los nichos ecológicos de animales más inofensivos.

El territorio permite que la fauna desarrolle toxinas para cazar a sus presas

Sin embargo, Australia posee algo que aumenta aún más las apuestas, pues en su mayoría es un territorio bastante árido, por lo que las criaturas depredadoras no pueden ser tan activas y cazan pocas veces al año, pero estas condiciones también les favorecen.

A causa la carencia de humedad y resequedad, los animales que dependen de la caza para su alimentación empezaron a desarrollar, a través de los años, diferentes y complejas toxinas para matar a sus presas de una manera rápida, efectiva y que no requiera demasiado esfuerzo de su parte.

El ejemplo más claro es la familia de serpientes Elapidae, conocida por ser una de las más venenosas en el mundo. A pesar de que su origen no se encuentra en Australia, desde su llegada al país empezaron a diversificarse y ahora son la familia más diversa de las siete familias de serpientes australianas.

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Según estudios científicos, los venenos de los elapidos australianos son extremadamente potentes para los humanos, pues poseen efectos miotóxicos, coagulantes y anticoagulantes significativos, y efectos menos significativos sobre la función plaquetaria y la actividad hemolítica.