Edición México
Suscríbete
Ed. México

El Imparcial / Columnas /

¿A rascarse el ombligo?  

La situación política de nuestro estado no tiene precedente, es inusual y por eso, Morena debe hacer un trabajo gubernamental con resultados positivos en todos los aspectos. 

La situación política de nuestro estado no tiene precedente, es inusual y por eso, Morena debe hacer un trabajo gubernamental con resultados positivos en todos los aspectos. El apoyo innegable que el electorado le ha brindado a este partido debe ser recompensado con administraciones efectivas, solidarias y responsables. Las expectativas ciudadanas son tan altas que esperamos que se inicien las actividades inmediatamente y que la productividad sea muy alta, debido a que el periodo gubernamental será escaso. Si, por el contrario, se duermen en sus laureles y prosiguen con la corrupción y no se castiga o se inician investigaciones serias y efectivas sobre este tema, entonces estarán traicionando al pueblo.

Hay una serie de denuncias penales y de juicio políticos que no se han movido o que han sido desechadas por improcedentes. En todos los casos se han presentado pruebas que no han sido refutadas porque, simplemente, los encargados de investigarlas decidieron en alianzas inter partidarias dejarlas así. Está el caso del actual Gobernador quién, todo parece indicar, se ha enriquecido con recursos del erario. El gobernador electo dijo en campaña, que lo iban a investigar, enjuiciar y encarcelar y, eso es precisamente lo que esperamos. En Tecate, debe ser investigado el candidato perdedor el PRI, Javier Ignacio Urbalejo Cinco, de quién existe una demanda de juicio político y otra de tipo penal; a César Moreno quién tiene una demanda penal por una serie de delitos entre otros el de peculado; y a la actual alcaldesa por hacer caso omiso y encubrir a los dos anteriores casos. La nueva administración estatal debe darles seguimiento a todas las otras denuncias que existen en Baja California contra funcionarios públicos corruptos.

La libertad con la cual suelen manejar sus movimientos financieros, todos los partidos políticos, exige que sean fiscalizados. La discrecionalidad de sus gastos y de sus posibles inversiones debe ser un asunto público. Siendo el origen de sus finanzas las arcas de los ciudadanos, merecemos estar al tanto de cómo distribuyen y ejercen esos dineros. Las campañas políticas deben, también, ser fiscalizadas.

Ahora que el electorado bajacaliforniano los puso en su lugar, el PAN y el PRI deberán reorganizarse, si pueden, y comenzar a trabajar para que sus miembros refrenden sus membresías. Los golpes que las últimas elecciones les asestaron, los ubican en la zona de peligro. Según los datos preliminares, ni sumando los votos de todos los partidos perdedores lograrían acumular el total de los votos de Morena. El PAN no pudo obtener ni siquiera la mitad y el PRI no logró reunir ni cincuenta mil votantes a su favor. Este partido tiene una innegable tendencia hacia la desaparición. La forma tan gandalla en que siempre se manejó, dejó una profunda y negativa huella en la consciencia política electoral. Todos sus exgobernantes y los que aun ejercen algún puesto de elección popular, emanados del PRI, han sido y promueven la corrupción. Esta es una sopa de su propio chocolate. Esto le pasará a Morena si se pone a rascarse el ombligo y no trabaja. Vale.





* El autor es Lic. En Economía con Maestría en Asuntos Internacionales por la UABC.