Edición México
Suscríbete
Ed. México

El Imparcial / Columnas / Columna Mexicali

Desaparecidos, bomba de tiempo

Fue una semana complicada en cuanto a las denuncias por desapariciones de jóvenes, sobre todo por la falta de respuesta inmediata por parte de la autoridad investigadora.

Fue una semana complicada en cuanto a las denuncias por desapariciones de jóvenes, sobre todo por la falta de respuesta inmediata por parte de la autoridad investigadora que permitiera consolidar una respuesta contundente a las familias.

De nueva cuenta las autoridades se vieron rebasadas por las acciones concretas de las familias de las víctimas.

Sus propias familias y amigos dieron a conocer los hechos en redes sociales pidiendo el apoyo comunitario para localizar a sus seres queridos. Situación que conmovió a la comunidad.

Fue un escenario complicado porque de nueva cuenta el ambiente de violencia se daba en la complicada zona hotelera de Mexicali.

La zona de antros en la avenida Francisco L. Montejano reventó y con eso se le puso un ultimátum al Fiscal General del Estado, Ricardo Iván Carpio.

Los días del funcionario estatal están contados y su suerte está echada luego del recrudecimiento de la inseguridad en la zona hotelera de Mexicali, no porque haya fallado la prevención, que no es su función, sino por no haber reaccionado con una investigación comprometida con el esclarecimiento de las desapariciones de los jóvenes en dicha zona, sobre todo durante el año pasado y lo que va de este.

Es urgente un golpe de timón y sobre todo uno de autoridad ante la descarada y arrebatada acción de grupos o individuos criminales que el 8 de abril pasado desaparecieron a tres jóvenes del bar del grupo Shots. David Melecio, Manuel Bramasco y Mauricio Verdugo.

Un conflicto que se ha agudizado, pero que viene desde el 2019, al grado de que ya suman diez personas desaparecidas en la llamada zona de antros en la L. Montejano, en tan solo un año.

Pero antes habían estado los casos y biografías de dolor de Joshue Romo, Agustín y Edgar Flores, Brayan Avitia y Martín Araque.

Empezó un deterioro en el sistema de justicia con este caso en donde la falta de respuesta integral y coordinada entre todas las autoridades estatales y municipales que dejaron vacíos y prácticamente manos libres a los delincuentes para frenar las acciones de impunidad que durante los tres últimos años se han presentado.

Pero la situación se complicó, porque el sábado pasado a la Fiscalía General del Estado se le ocurrió realizar un cateo en el Shots justo el día en donde se llevó a cabo la manifestación de los familiares de los tres jóvenes desaparecidos.

La situación en la zona de antros se volvió un caos, un acto de violencia, de enfrentamiento que se hubiera podido evitar si la Fiscalía no hubiera llevado a cabo el operativo.

Nadie se explicaba el por qué llevarlo a cabo justo a la hora de la concentración de los dolidos familiares quienes exigían una explicación de la lenta reacción, de los vacíos de seguridad que se habían generado, de la impunidad que permeaba en una zona en donde estaban asignados muchos policías, pero se había convertido en la más insegura, en donde era fácil desaparecer jóvenes y ni agentes policíacos ni guardias de seguridad eran capaces de impedirlo, es más, ni siquiera meter las manos.

Entre complacencia y contubernio con los criminales.

En el resumen semanal quedará grabada la imagen de los manifestantes y familiares de personas desaparecidas ingresando al área donde estaban los agentes y peritos que hacían el inútil cateo en el bar Shots; la viva imagen del caos, de la incertidumbre, de la desconfianza, pero sobre todo de la toma del control de la ciudadanía en su acto de justicia ante la inacción de la autoridad que estaba obligada a protegerlos.

La verdad sea dicha.

*- La autora es directora del portal MF Noticias Mexicali.

Temas relacionados